A las dificultades y riesgos laborales, se suma la precariedad y últimamente señalamientos ni más ni menos que desde la presidencia de la República.
Bajo el contexto del escándalo encabezado por Andrés Manuel López Obrador y Carlos Loret de Mola, es prudente recordar que en el país hay dos tipos de comunicadores: aquellos que han obtenido renombre por su trabajo o por los intereses que representan, además de informar, y aquellos qué tal como enseñó Ryszard Kapuscinski no han visto su labor como una vocación sino como una misión y continúan ejerciendo después de 30 años y lo hacen de manera responsable y ética.
En específico hablo de Ismael Jiménez cuyo trabajo de tres décadas no sólo es digno de admiración, también de ejemplo.
Conocí a Ismael hace unos diez años durante un foro ambiental, en ese entonces nadie apostaba por esos temas más allá de una sección pequeña en los diarios, el calentamiento global, aunque es un fenómeno trascendental, era una tendencia incipiente mediáticamente y por supuesto que muy pocas personas veían oportunidades de negocio a partir de ello, excepto claro, Ismael, que de manera visionaria se comprometió y vio una importantísima área de oportunidad: para las empresas que podían hacer negocios, por ejemplo por energías renovables y productos biodegradables, así como aquellas que tenían interés en transformarse (de lleno o sólo en la forma) en empresas verdes y también para el periodismo con una fuente novedosa y hasta ese momento poco atractiva.
Ismael es pionero de en la elaboración de rankings en temas sustentables enfocados a negocios y creador de Las Empresas Verdes, revista especializada en el tema, trabajó como editor en Forbes, así como múltiples colaboraciones en Expansión, Manufactura, Alto Nivel, entre otros. Es especialista en economía y negocios.
La oportunidad ha querido un trabajo diario, sin duda lleno de riesgos financieros e incluso de seguridad, recordemos que en México tan solo en lo que va de la presente administración han sido asesinados más de 50 periodistas, además, entre 2012 a 2019, en México se registraron 499 ataques en contra de personas que defienden recursos naturales y territorio.
No ha sido un camino fácil y por ello se valora cada entrevista hecha por él con preguntas comprometidas con conocimiento de causa, con temas preparados, contrario a lo que muchos otros periodistas hacen: agarrar al vuelo los temas y continuar con pláticas llenas de lugares comunes.
Ismael es sólo un buen ejemplo de aquellos que están, que siempre han estado a los que realmente leemos en una u otra publicación y que le han apostado fuerte.
También Kapuscinski decía que para ser periodista hay que ser buena persona, ante todo, Ismael lo es y como él hay cientos cuyo trabajo requiere nuestro respeto.