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La demanda por el uso de lenguaje inclusivo se ha convertido en oportunidad para generar mayor conversación en redes y tendencias, ante hechos como la exigencia de ser reconocido como “compañere”.
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Entre los aspectos que ayudan a entender la importancia de la inclusión, está un estudio que partió de su análisis a partir de los emojis.
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Comunicar de manera acertada hace de la inclusión tema fundamental para lograrlo.
Una reunión de Zoom se ha convertido en polémica dentro de redes sociales, luego de que una de las participantes reclamara que se dirigieran a ella con lenguaje inclusivo e identificarle como “compañere”.
El lenguaje inclusivo es para muchos, parte de la evolución del lenguaje donde con el tiempo se va transformando y adquiriendo nuevas formas de ser usado, sin embargo, detractores de su uso aseguran que se trata de un exceso que no tiene fundamentos.
Lo que es importante es que como parte de esta inclusión y su uso, la polémica ha sido, lamentablemente, la principal protagonista de este ejercicio y los resultados que hemos visto han sido lamentables.
Una clase virtual que acabó mal
Una reunión, que según se explica en diversos medios, era parte de una clase virtual, terminó en una fuerte polémica en redes sociales donde se han cuestionado si la exigencia expresada en dicha reunión era necesaria.
El video que se ha convertido en tendencia este día dentro de redes, muestra el llanto de alguien que exige ser identificado como compañere y no compañera.
“No soy compañera, soy compañere”, exclama quien ha sido reconocida como una persona no binaria, género con el que se han identificado personalidades como Demi Lovato, con lo que se ha generado mayor conciencia al respecto.
La exigencia de ser llamado compañere ha motivado una fuerte conversación en redes sociales, donde se ha debatido sobre el lenguaje inclusivo.
Por un lado está un importante número de críticas que lamentan la demanda en el uso de lenguaje inclusivo y por el otro están las opiniones que señalan lo importante que es el reconocimiento de nuevos géneros y lo puntual que es expresarse de manera correcta sobre estos.
Tras el incidente, un hecho que no podemos perder de vista es el valor que hay en la conversación que se ha desatado sobre qué vale en lenguaje y qué no. Ahí es donde radica el desafío de la cultura, pues de no lograr medidas acertadas no se logran avanzar en inclusión, tema ampliamente exigido a las marcas por el consumidor.
@marteenyoga##dúo con @el.chiclitoss bendiciones para todes! ?
Qué horror la gente que se ríe de lo que pasó en la clase por zoom que se hizo viral Zzzz ? si alguien quiere que le llames de cierta manera RESPETA y ya. zzzzzzz por qué te vas a andar riendo? Zzzzz
— Crème de la crème (@dafrangelr) August 25, 2021
Esta la grabación de la clase de zoom q ademas del poco tacto y falta de empatía q tiene quien lo subió, toda la gente q responde sin cubrir la información personal de todo los participantes. A pesar de ayudar a la causa, si no se cuidan los detalles, se puede hacer mas daño+
— ?Mery⟭⟬⁷✜⁵ ?? (@mery_ugh) August 25, 2021
Qué son problemas reales para ti?
Y cuáles no los son?
Cómo justificar tú juicio sobre lo que es un pprblema real?
Estoy sinceramente curioso.— Geranio de la pradera (@Germardo) August 24, 2021
Escala demanda por inclusión
La escala en la demanda por inclusión ha hecho de las redes sociales un medio clave para lograrlo, sobre todo ahora que se ha podido patentar una importante cultura en que se busca la identificación para todo tipo de personas y comunicar en consecuencia.
El caso de una clase de Zoom que se ha vuelto tendencia en redes es parte de los cambios que se han ido adaptando en la identidad del consumidor y la oportunidad que hay al reconocerle.
Desde este ejercicio, un aspecto que no podemos perder de vista es la innovación y cómo se van generando tareas cada vez más importantes en el mercado y que han dado pauta a investigaciones muy relevantes como lo es medir la inclusión a través de los emojis.
Esto nos lleva a ver que un 83 por ciento de personas encuestadas a nivel mundial reconoció que los emojis deberían de ser más inclusivos, ya que el 76 por ciento de ellos asegura que se trata de una herramienta muy importante de comunicación para unir, crear respeto y lograr ser comprendidos.
Las cifras son parte del estudio Adobe Global Emoji Diversity and Inclusion Report 2021, en donde el 79 por ciento de la generación Zeta aseguró que personalizan sus emojis para poder sentirse representados.
En este nivel de inclusión nos encontramos y de ahí la importancia en que el llanto de alguien exigiendo ser reconocido como compañere va más allá que un debate a favor o en contra en redes.
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