“No soy su diputade, soy su Diputado”,esta fue la reacción del diputado Carlos Leal, funcionario local de Nuevo León, a una nota publicada por el diario El Universal donde el titular con el cargo del funcionario fue escrito con lenguaje inclusivo.
En un momento en el que el debate sobre este tipo de lenguaje ha escalado a un nivel impresionante luego de que una persona le reclamara a un compañero de clase por no respetar su identidad no binaria y llamarle “compañera” en lugar de “compañere”.
El caso del ‘diputade’
El diputado Carlos Leal compartió la nota publicada por El Universal el 1 de diciembre de 2020, aclarando que su pronombre en el titular de la publicación iba en masculino y que el lenguaje inclusivo no era más que una falta de educación.
El titular por el que se pronunció el Leal Segovia, casi 10 meses después de la publicación, era “‘Diputade’ antiderechos va contra lenguaje inclusivo en escuelas”
y en ella se explica que el diputado local de Nuevo León, quien tiene posturas contra el feminismo y la comunidad LGBTIQ+, habría presentado una iniciativa para “prohibir el lenguaje incluye o no sexistas en los centros educativos, bajo el alegato de que la deconstrucción del lenguaje genera un debate innecesario y hacen que se olviden los temas importantes”
No obstante, la publicación de El Universal señaló que la verdadera intención del legislador era conseguir el respaldo a sus ideologías rumbo a las elecciones de 2021, luego de haber sido expulsado de Morena y que él mismo renunciara del PES.
No soy su “Diputade”, soy su Diputado.
No es #LenguajeInclusivo, es falta de educación. pic.twitter.com/pmo9llxSK0
— Carlos Leal ?? (@CarlosLealMx) August 26, 2021
La reacción de internet
Al igual que en otros casos, hubo quienes apoyaron la postura del diputado, asegurando que el hacer uso de una ‘e’ o ‘x’ no era un verdadero lenguaje inclusivo, sin embargo, también hubo quienes aprovecharon la situación para responder a la propuesta del legislador.
“Diputade, se le recuerda que de nuestros impuestos come, así que haga el favor de legislar para todes, y no solo para sus intereses religiosos”, escribió un usuario.
“Ok Diputade, usted si exige respeten sus pronombres? Jajaja no sea payase” o “ah, bueno. excelente día diputade”, fueron algunas otras respuestas.
Ante tales comentarios, Carlos Leal aprovechó para responder y asegurar que “Los del Lobby (emoji de arcoiris) creen que me molesto la nota de El Universal… Hay cositas, todos sus insultos me los pongo como (emoji de medallas)”, escribió.
Los del Lobby del ? creen que me molestó la nota del @El_Universal_Mx. ??
Hay cositas, todos sus insultos me los pongo como ??.
— Carlos Leal ?? (@CarlosLealMx) August 27, 2021
¿Es correcto o incorrecto?
El lenguaje inclusivo es considerado para mucho como parte de una revolución en la comunicación la cual, con el tiempo, sigue transformándose y adquiriendo nuevas formas de emplearse, sin embargo, también hay quienes señalan que, en este caso, es un exceso sin fundamentos.
Más allá de las justificaciones de cada postura, lo que deja en claro este debate es que el tema de la inclusión está sobre la mesa y genera interés general, por lo que este debe ser un tema que las marcas deben abordar con especial cuidado.
Considerando que, según el reporte de Earned Brand de Edelman, lanzado en 2018, los consumidores esperan que las marcas tomen una postura ante temas sociales e inclusive dos tercios de estos señalaron ser compradores motivados por las creencias, las acciones que emprenda una marca pueden ser vitales para tener éxito en el mercado.
Hoy por hoy, el desafío cultural para las empresas e inclusive los propios consumidores es más grande ante la diversidad que es cada vez más amplia y por la que todas, todos o todes siguen luchando para que se reconozca haciéndolo visible desde el lenguaje.
Sin embargo, parte fundamental también es conocer a la audiencia de las marcas, pues aunque los avances en temas de inclusión son celebrados por muchos, para algunos el lenguaje no forma parte de estos. Al reconocer a su audiencia, las empresas pueden determinar si implementar esta forma de comunicación resultará exitosa o terminara por causar problemas para su marca o servicio.
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