Por: Eduardo Ruiz-Healy
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¿Recuerdas el TouchPad de Hewlett-Packard? ¿O el teléfono móvil Kin de Microsoft? Es muy probable que no porque en Estados Unidos ambos productos completaron en menos de 50 días sus respectivos ciclos de vida, finalmente murieron y nunca llegaron a manos del consumidor mexicano.

El TouchPad fue lanzado al mercado estadounidense el 1 de julio de 2011. Para el 16 de agosto, Best Buy había vendido solo 25,000 de los 270,000 TouchPads que tenia en sus bodegas y se negaba a pagarle a HP por las unidades no vendidas. En Europa apenas se vendieron 12,000 durante julio y se proyectaban menos ventas en agosto.

El 18 de agosto, menos de siete semanas después de su lanzamiento, HP anunció que dejaría de producir el TouchPad y cualquier otro equipo que utilizara el sistema operativo webOS, el cual HP adquirió el 28 de abril de 2010, después de pagar 1,200 millones de dólares para comprar a Palm, la empresa que desarrolló webOS.

¿Qué es lo que ocurrió?

En su sitio web,  Hewlett Packard anunció al TouchPad como algo que “funciona como ninguna otra cosa. Hecho para trabajar como tú pero con menos coffee breaks”. Líneas abajo podía leerse: “Vuélvete productivo, o por lo menos finge que lo eres con una pantalla brillantemente grande, la habilidad de realizar varias tareas como un campeón del multitasking, impresión inalámbrica a impresoras HP compatibles, y miles de apps del App Catalog. Y porque lo mereces, juega juegos, baja películas o programas de TV, escucha música impulsada por Beats Audio y navega la misma red que conoces y amas con el apoyo de Adobe Flash Player”.

49 días bastaron para que el consumidor decidiera que el TouchPad no funcionaba “como ninguna otra cosa”. Para los analistas del mercado de las tablets, el producto de HP era demasiado caro, comparado con el iPad de Apple, y no le ofrecía al consumidor la asombrosa cantidad de apps que están disponibles a quienes usan la tablet que porta el logo de la manzanita.

Personalmente me quedé con ganas de usar un TouchPad y tal vez algún día adquiera uno en menos de 50 dólares solamente para conocerlo.

Veamos qué le sucedió al Kin

Después de invertir 1,000 millones de dólares durante dos años para desarrollarlo, el 13 de mayo pasado Microsoft lanzó al mercado estadounidense su línea de teléfonos celulares Kin, ofreciéndolos a los consumidores a través de la telefónica Verizon Wireless. Fabricados por Sharp, los celulares Kin estaban dirigidos a usuarios de las redes sociales, hombres y mujeres de entre 15 a 30 años de edad.

Desde el principio el Kin no se vendió en las cantidades que se esperaban. Microsoft se quejó de que los vendedores de Verizon no estaban promoviendo adecuadamente su producto. Finalmente, 48 días después de ser lanzado, Microsoft suspendió su producción el 30 de junio.

Para los analistas del mercado de los celulares, el Kin era un excelente producto. Su único problema es que llegó tarde al mercado, entre un año y medio a tres años tarde según uno de ellos, cuando los consumidores teníamos a nuestra disposición una amplia oferta de celulares igual o mejor de buenos.

¿Recuerdas la cámara de video de alta definición (HD) Flip?

Flip es una maravilla tecnológica y personalmente adquirí dos de ellas: una con capacidad de una hora de grabación y otra con lo doble de capacidad. Hoy soy dueño de dos reliquias tecnológicas porque Cisco cerró su división Flip el pasado 12 de abril, casi dos años después de que adquiriera, por 590 millones de dólares, a Pure Digital, la empresa que desarrolló la cámara que tanto me impresionó en su momento.

Oficialmente, Cisco anunció que dejaba de producir la línea de cámaras Flip porque no sabía como integrar un negocio de hardware con su negocio básico de software y servicios empresariales. Extraoficialmente se rumoró que Cisco abandonó al Flip porque se convenció que la camarita estaba destinada a sucumbir ante celulares como el iPhone 4 que llevan integrados una más que adecuada cámara de video. En lo personal, creo que la versión extraoficial es la más correcta y la prueba de ello es que en mi más reciente viaje a Europa dejé en su estuche a mi cámara Canon XS y tomé todas las fotos con mi iPhone.

Los casos del TouchPad, el Kin y la Flip demuestran el nivel de salvajismo y violencia que existe actualmente en el mercado de las tablets, celulares y gadgets diversos. Bastaron menos de 50 días para que los consumidores mandaran a la tumba a los productos que les ofrecieron dos empresas respetadísimas como son HP y Microsoft. Vieron que no satisfacían sus expectativas y demostraron que la lealtad a la marca tiene sus límites -límites que cada vez son más estrechos-. En menos de 24 meses Cisco reconoció que la avanzada tecnología del Flip ya no podía competir contra celulares que, entre otras cosas, toman fotos y graban video.

Los ciclos de vida de los productos se hacen cada día más cortos debido a la inmensa e intensa competencia. Hasta los productos que logran un éxito inusitado en el mercado deben aceptar que en un promedio de seis meses estarán enfrentando a un nuevo competidor que ofrecerá más que ellos. Desde el principio deben estar preparados para ofrecer su producto mejorado. Apple es el mejor ejemplo de esta estrategia aplicada exitosamente. Apenas se anunció el iPad se empezó a hablar de su sucesor, el iPad 2 y ahora todos mundo espera el 3. Lo mismo con el iPhone: todos los que usamos su versión 4 esperamos con ansias al iPhone 5.

El maravilloso mundo de la mercadotecnia es cada día más complejo y peligroso. No es, definitivamente, un lugar para improvisados.