La comunicación es esencial para realizar diferentes actividades de nuestra vida cotidiana. De manera obvia, también resulta vital para desarrollar correctamente trabajos de mercadotecnia y publicidad. En este segmento, un profesional necesita mantener interacción constante, dejarse llevar por su creatividad y expresarse. Sin embargo, debe saber que no es posible hacer todo. Es por eso que la palabra “No” es una parte esencial de su vida laboral.
En la profesión, es común tener clientes, editores o jefes a los que se les dice “no” y el mundo parece detenerse. Eso debería ser algo que se debe cambiar. Al momento de iniciar, incluso en redes sociales, es una buena oportunidad para confiar en la decisión de otras personas, en lugar de creer ciegamente que la mejor opción es la de tomar la iniciativa y hacer el trabajo.
Ser más críticos en lo que se comunica y hacer un análisis de lo que se dirá puede presentar ventajas. aumento de confianza, credibilidad, conocimiento y mejora en el interés, primero personal, luego empresarial. Sobre todo de forma digital. El portal Statista demuestra que en mercados como Estados Unidos, hay una enorme cantidad de usuarios que solicita información sobre marcas. En caso hipotético, podría por deberse a no analizar lo que estas exponen.
En México, por ejemplo, una encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) indica que al menos 81.1 por ciento de ciudadanos están de acuerdo en que se presente información en redes sociales sobre acontecimientos relevantes. Los datos anteriores demuestran que no se debe expresar algo simplemente por hacerlo, hay que tomar en cuenta otros factores para tomar ventaja de la situación.
La palabra te enseña paciencia, permite mejorar el trabajo y encontrar una forma nueva y más apropiada de ejecutar una idea. A veces es mejor pensar la situación para hacer algo mejor, sobre todo por la posibilidad que se presenta en nuevas agencias y sus empleados. Si una empresa ofrece servicios, agregar el ‘No’ al vocabulario comercial puede ser un movimiento que permita ofrecer ciertas dinámicas de acción con los demás.
Se puede ganar mucho rechazando al cliente equivocado, y esos beneficios se filtran cuando se trata de mejorar un negocio propio. Al inicio, la mayoría de las veces cualquier cliente que llegue es un “buen cliente”, pero con el tiempo, algunas relaciones laborales pueden quedar obsoletas. El error de aceptar constantemente este tipo de trabajos, es que se mantiene todo igual: sueldo, salario, competencia.
Posiblemente esa sea la señal para comenzar a decir “No” con más frecuencia.