Los beneficios antioxidantes del vino derivados de su consumo son algo que nadie pone en duda, aunque no todas las personas son amantes de los efluvios de Bacco, razón por lo cual un grupo de científicos de la Universidad de Sevilla, liderados por la investigadora Carmen García Parrilla, han patentado una bebida derivada, sin alcohol y con un gran sabor, que conserva todos los atributos positivos de un “buen tinto”.
Hay que aclarar que el producto de la investigación no es un vino ligth, está desalcoholizado, pero no es un jugo de uva, es una producto nuevo y diferente.
El proyecto fue divulgado a través de Sinc, en donde los investigadores señalan que un vino tinto completamente desalcoholizado no resulta aceptable sensorialmente, por lo que han añadido aromas naturales de frutas con la idea de aprovechar el contenido rico en polifenoles del vino, los cuales han demostrado ser compuestos bioactivos saludables para el organismo y que quedan ensombrecidos por el contenido alcohólico cuyo efecto perjudicial para la salud es conocido.
La ventaja de esta invención reside en que la adición de extractos aromáticos naturales a vinos desalcoholizados es capaz de hacer que este producto sea aceptable para el consumidor.
García indica que el vino sin alcohol es una excelente fuente de antioxidantes para proteger de procesos en donde se produce estrés oxidativo, que se relaciona con enfermedades como el cáncer, la diabetes o el Alzheimer y para las que no está indicado el consumo de alcohol.