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Huawei fue incluida en la “lista negra” en la que Estados Unidos ubica a las empresas con las que no se puede comerciar.
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Esto, de concretarse a partir de agosto, limitará el acceso a los productos de Google, fundamentalmente Android.
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Usuarios, preocupados, quieren deshacerse de los smartphones, especialmente en algunos países del sudeste asiático.
“Si compramos algo que es inútil, ¿cómo lo vamos a vender?”, le dijo a Reuters Dylan On, un vendedor de Wanying Pte Ltd, un minorista y taller de reparación de teléfonos de Singapur. “No es que Huawei sea un mal producto. Es un producto muy bueno. Es solo que nadie quiere comprarlo ahora”, agregó.
El comerciante, como otros de ese país, reconocen que están tratando de vender los Huawei que tienen “por Internet” con la esperanza de que estos estén menos al tanto de los últimos acontecimientos.
El rechazo de la marca para operaciones de trade-in (intercambio) se genera por la preocupación de que Google finalmente cumpla con la orden del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para que deje de suministrar sus productos a Huawei.
Esto se traducirá en que los propietarios actuales de teléfonos de esa marca china no podrán recibir actualizaciones del sistema operativo Android desde fines de agosto. Así, los teléfonos nuevos perderán el acceso a aplicaciones tan populares como Gmail, YouTube y Chrome.
En este contexto de incertidumbre, algunos usuarios en Singapur y Filipinas están intentando vender sus dispositivos Huawei, pero los minoristas no los están recibiendo.
Dudas
Aunque Huawei viene diciendo desde que fue sumada a la “lista negra” de Trump que la compañía continuará brindando actualizaciones de seguridad y servicios de posventa a todos los productos de teléfonos inteligentes y tabletas, las dudas existen.
Incluso no ayudan las versiones sobre que la compañía está desarrollando su propio sistema operativo para reemplazar eventualmente a Android. Incluso puede usar una versión de “código abierto” del popular software de Google, pero que no tiene acceso a las aplicaciones más usadas.
En Carousell, el mercado en línea más popular de Singapur, se duplicó el número de vendedores de teléfonos de Huawei desde que se anunció el pedido de los Estados Unidos para Alphabet de incluir a la marca china en la lista.
Los smartphones Huawei tienen una cuota de mercado en Singapur de apenas el 14%, según Canalys.
También en el sudeste asiático, en Filipinas, ocurre algo similar. “Ya no estamos aceptando teléfonos Huawei”, le dijo a Reuters Hamida Norhamida, una vendedora de teléfonos usados en Manila.
Otro retail de teléfonos del centro comercial Greenhills, del centro de la misma ciudad, dijo que está comprando los teléfonos de Huawei, pero pagando un 50% menos de lo que valían hace una semana.
Este comercio, como muchos otros, está viendo una oportunidad. No cree que la disputa avance más allá de las amenazas y con el tiempo, entiende, hará un gran negocio.
En Japón, las compañías de telecomunicaciones KDDI Corp y Ymobile dijeron que retrasarán el lanzamiento del teléfono inteligente Huawei P30 Lite, que iba a salir a la venta este viernes.
El problema mayor para Huawei, más allá de una merma en las ventas que podría ocurrir, es el daño para la marca. ¿Con qué confianza van a comprar futuros usuarios sin temen que, de un día para el otro, la guerra comercial vuelva a estallar y se queden sin soporte de Android?
Ante la duda, ¿cuántos se van a arriesgar a comprar un dispositivo costoso como puede ser un P30 Pro, por ejemplo?