Buenos Aires, Argentina.- Desde 1987, el Club Liniers, en la provincia de Buenos Aires, que ahora juega en la cuarta división del fútbol argentino, no tiene un rectángulo como cancha, sino un trapecio. Lo descubrieron por Google Maps.
El mito dice que ya lo sabían de antes y que nunca tuvieron fondos para solucionarlo. Que era algo que los otros clubes ya conocían también y que sorprendía la gran cantidad de goles olímpicos que se habían convertido en uno de los arcos.
Lo cierto es que nadie había hecho nada, hasta ahora, cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió emplazar al club Liniers a “enderezar” la cancha. Si no lo hace en tres meses, lo clausuran. Ver 10 lugares que esconde Google Maps.
El estadio de Liniers, que está en las coordenadas 34°42’12.3″S y 58°33’04.6″W, fue objeto de todo tipo de burlas en las redes. También todos los medios se hicieron eco de la extraña novedad.
La Nación habló con los jugadores. Oscar Romero, por ejemplo, le dijo al diario argentino que “la única diferencia es que, al estar en falsa escuadra, la cancha tiene una mitad que es más chica y hubo técnicos que bajaban la orden de que si ganábamos el sorteo termináramos defendiendo de ese lado, porque achicábamos los espacios”.
Maximiliano Castano dijo: “Siempre nuestra cancha fue conocida como la de los arcos torcidos. Nadie se enojó, los rivales nos hacían chistes pero se sabía de lo anormal, y no influía en el juego”.
Los medios lo llegaron a calificar como “trapezoide casi delirante” e “irregularidades topográficas surrealistas”.
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