La compañía alemana Beiersdorf, fabricante de la marca Nivea, y Unilever, Productor de Dove se presentaron en abril pasado ante el Tribunal Supremo de Alemania para discernir una disputa relacionada con el famoso color azul, que Nivea alegaba, era de su exclusivo uso.

La historia, que lleva años en los tribunales, ha tenido un nuevo capítulo después de que Peter Baukelmann, abogado de Beiersdorf, presentase un recurso ante la citada corte, con la finalidad de rebatir la sentencia del Tribunal de Patentes alemán, que en 2013 favorecía a Unilever, que en su momento solicitó la anulación del derecho de exclusividad de Nivea a utilizar el azul Pantone 280C.

En este episodio final, Beiersdorf ha ganado, tras la ratificación del Tribunal Supremo germano, lo que significa que Dove no podrá usar el mismo tono, pues el tribunal aceptó como prueba válida a nivel jurídico el que un 58 por ciento del público alemán asociase el mencionado color azul como distintivo de los productos Nivea, al tiempo que ordena al Tribunal Federal de Patentes alemán a emitir una nueva sentencia que debería favorecer los intereses de Beiersdorf.

Un terreno complicado, como demuestran casos similares en los que no se logró tal exclusividad, como es el caso de Cadbury vs. Nestle por el color morado o en España el de las telefónicas Orange vs. Jazztel por el color morado que utilizan ambas.

Nivea en su caso ha mantenido que utiliza el azul desde 1925, no solo como elemento de diseño, sino como parte distintiva de sus productos, una consideración ante la que la Corte, por lo que se aprecia de la sentencia, opina igual.

Unilever, a través de su representante Christian Rohnke, ha señalado por su parte que esta sentencia perjudica a Dove, al tiempo que explica que “Hay decenas de competidores que utilizan el color azul combinado de diferentes maneras como parte de su imagen”.