De acuerdo con el Nikkei Asian Review, los planes de Nisshinbo en México incluían la construcción de una planta de unos 89,3 millones de dólares; mismos que fueron cancelados, ¿por qué?
La empresa líder en el mundo en la fabricación de materiales de fricción para frenos, que controla el 15 por ciento del mercado global de sistemas de frenos para automóviles, se retractó de elegir a México como sede de su planta, luego de indicar que la nación mexicana lideraba la lista de los países considerados para construirla.
Así, se convirtió en la primera empresa japonesa en descartar México por presunta reserva a lo que sucederá con la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Por este factor y el probable incremento en aranceles a productos hechos en México e importados a Estados Unidos, puesto en la mesa por el presidente Donald Trump, el portavoz Takayoshi Okugawa, uno de los dirigentes del grupo, habría dicho al diario Nikkei que:
Hemos regresado al punto de partida en lo que respecta (al proyecto) de una fábrica para el que México era la opción privilegiada
Ahora, la nueva planta se construiría en Estados Unidos, pese al incremento sustancial en costes laborales.
Luego de que marcas automotrices como Ford y General Motors modificaron sus planes de inversión en México, a cambio de que el presidente Donald Trump les permita pagar menos impuestos y regulaciones más laxas, muchas compañías están siguiendo su ejemplo.
SoftBank se sumó ayer y ahora lo hace Nisshinbo.