Cada vez son más las compañías que han tomado la decisión de abandonar Rusia a partir del conflicto desatado en Europa del este entre el país de Vladimir Putin y Ucrania.

En ese contexto, están incluidas tiendas de ropa (como Zara y H&M), restaurantes (como McDonald’s) e industrias gigantes, como fabricantes de automóviles globales (como Renault).

En este último listado, una empresa que se suma a la partida de Rusia es Nissan.

Así es, según dio a conocer este martes 11 de octubre el Ministerio de Comercio, los activos en ese país del fabricante de automóviles nipón van a pasar a ser propiedad del Estado ruso.

De acuerdo con lo que dicen desde Moscú, la venta va a incluir, por un lado, todas las instalaciones de producción de vehículos e investigación de Nissan en San Petersburgo.

Además, el centro de ventas y de marketing que la japonesa tiene en Moscú.

La salida de Rusia fue confirmada por la marca en un comunicado.

Según el Estado ruso, Nissan tiene la posibilidad de recomprar esos activos en un plazo de seis años. Evidentemente, la marca nipona conserva la esperanza de que para esa fecha, la guerra en Ucrania haya terminado y pueda retomar los negocios en este país.

“En nombre de Nissan, agradezco a nuestros colegas rusos por su contribución al negocio durante muchos años. Si bien no podemos continuar operando en el mercado, hemos encontrado la mejor solución posible para apoyar a nuestra gente”, dijo el presidente y director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida.

Un aliado de Nissan tiene problemas por salir de Rusia

La alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi es, en conjunto, el tercer fabricante de vehículos del mundo, únicamente por detrás de Toyota y de VW.

Sin embargo, la salida de Rusia de la mayoría de las marcas occidentales, cambiará ese escenario actual y el del mediano plazo: las ventas de Renault se desplomaron un 29,7 por ciento en el primer semestre de 2022.

La razón más importante: la salida del mercado ruso.

En su último informe fiscal, la compañía francesa había anotado pésimos resultados globales, traccionados especialmente por la caída de las ventas en Rusia, un mercado clave para la marca.

Renault informó que sus ventas globales retrocedieron casi un 30 por ciento en relación con el mismo periodo de 2021, hasta algo menos de un millón de autos.

El impacto no es menor para Renault.

Rusia era el segundo mercado de la marca antes del comienzo del conflicto.

Según información de JPMorgan, Rusia suponía para Renault hasta 2021 el 15 por ciento de sus beneficios.

En ese país, Renault fabricaba y vendía cientos de miles de Dacia Duster y Renault Clio, pero cerró sus ventas a comienzos de marzo por la presión internacional a abandonar Rusia.

Como Nissan, en paralelo, la marca se puso en campaña para vender Renault Rusia y la participación de casi el 70 por ciento en Avtovaz.

La venta de las acciones de Avtovaz se van a materializar en favor de Lada, la compañía rusa, y de un instituto científico de ese país, por el valor simbólico de un rublo.

Es decir, la venta de esos activos tampoco va a suponer el ingreso de fondos para la compañía.

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