Nissan llamó a revisión a 1.2 millones de autos vendidos en Japón durante los últimos tres años, tras descubrir que las inspecciones finales de los vehículos no fueron hechas por técnicos autorizados.
Los autos llamados a revisión son los comercializados entre octubre de 2014 y septiembre 2017, incluyendo dos modelos que registraron récord de ventas: la minivan Serena y el compacto Note.
La empresa dijo que los vehículos serán sometidos a inspecciones en la capacidad de frenado y aceleración, lo que tendrá un costo de 222 millones de dólares (mdd).
“Debemos tomarnos estos procesos muy seriamente, sin tener en cuenta cuán ocupados podamos estar o si carecemos de personal suficiente”, dijo Hiroto Saikawa, presidente ejecutivo de la empresa en una rueda de prensa.
El llamado a revisión incluye todos los 386 mil vehículos de pasajeros Nissan vendidos en Japón en 2016, pero excluye los Nissan mini, que son producidos por Mitsubishi Motors. Las ventas de este tipo de vehículos en Japón suponen un 10 por ciento de las ventas de Nissan a nivel global.
Este llamado a revisión es el segundo incidente relacionado con un fabricante de automóviles japonés en el último tiempo, después de que Mitsubishi hizo uno en abril de 2016 luego que había falsificado el ahorro de combustible de algunos modelos para el país.