Después de que Nintendo perdiera el trono de la industria de los videojuegos con su fallido Wii U, la marca comenzó una serie de cambios que ahora parecen estar tomando efecto, donde uno de los principales puntos es el aprovechamiento del marketing de la nostalgia, lo que ya se ha evidenciado mediante el anuncio del NES Classic Mini, y ahora con el supuesto uso de cartuchos para su nueva consola.
Actualmente los medios de distribución para contenido de entretenimiento, incluidos los videojuegos, se basan principalmente en descargas digitales o en unidades de almacenamiento óptico, como el Blu-Ray, sin embargo, de acuerdo con fuentes cercanas a Nintendo, citadas por Wall Street Journal, aseguran que la nueva consola de los creadores de Mario Bros utilizará cartuchos.
Esta decisión tendría como argumento principal una premisa ya manejada por Nintendo durante el lanzamiento del N64: los tiempos de carga reducidos, mayor protección antipiratería y mayor resistencia a los daños respecto a un disco. No obstante, en esta ocasión la Gran N tiene a su favor que las memorias flash se encuentran en un acelerado camino para bajar los costos de producción, caso contrario a finales de los noventa, cuando producir un cartucho era considerablemente más caro.
Por otra parte, también se ha comenzado a hablar de que Nintendo estaría pensando en presentar su nueva consola en noviembre durante el marco del Tokio Game Show de este año.
A su vez, PlayStation y Xbox están planeando nuevas actualizaciones de hardware, tanto en versiones slim de sus actuales consolas (donde Xbox ya se adelantó) como en nuevo poder de almacenamiento que abriría las puertas al contenido de realidad virtual y resolución 4K.