Serena Williams está en el mejor periodo del ciclo de vida de su carrera, que se ha mantenido fluctuante con diversas marcas con las que ha colaborado a través de una serie de patrocinios, en donde la creatividad ha llevado a la tenista a protagonizar emotivas historias o cumplir estrategias básicas entre los embajadores de marca.
La última estrategia publicitaria ahora es lanzada por Nike, que realizó una activación de su patrocinio con Williams llamándola “la atleta más grande de la historia”.
–
En esta nueva campaña se muestra a la deportista acompañada de una serie de palabras como pro, ganadora, hermana, top 10, concentrada o leyenda mientras se hace uso de tomas cerradas donde se muestra en una de sus actividades.
La relación que guardan las marcas deportivas con las grandes personalidades de este mercado es una relación natural que se da en mercadotecnia cuando se toma ventaja de la capacidad nata de estos personajes, de llevar a cabo promociones de manera exitosa, a través de elementos que determinan en mucho su empatía con el consumidor como su historia de vida, logros profesionales o eventualmente, incidentes mediáticos que se conviertan en el descubrimiento tardío de su talento.
Un caso que ejemplifica este último argumento es la aparición en medios de la cantante Susan Boyle, con un talento para el canto que la llevó a convertirse momentáneamente en una celebridad del espectáculo, hecho que fue aprovechado por las marcas para recurrir a su talento y momento de calidad en la vida de su carrera.
Un dato que nos ayuda a medir la importancia que encuentran las marcas en su colaboración con personalidades del espectáculo viene de mano de GlobalWebIndex, firma que descubrió en 2014 que esta colaboración ayudó a marcas para que a nivel mundial fueran descubiertas por un 24 por ciento de consumidores de entre 16 y 24 años, esto seguido de un segmento de 21 por ciento de consumidores de entre 25 y 34 años.