A principios de semana, las autoridades norteamericanas emprendieron acciones legales en contra de 10 personas, entre ellos el director de marketing deportivo global de básquetbol para Adidas, James Gatto, por supuestos actos de corrupción en el que el representante de la firma deportiva en conjunción con las instituciones académicas, pagaban sobornos a jugadores de secundaría entrarán a colegios patrocinados por la empresa.

Asimismo, este acto derivó en el despido del entrenador de la Universidad de Louisville, Rick Pitino; sin embargo, la compañía alemana de ropa deportiva no es la única involucrada en este proceso de investigación, de acuerdo con medios, Nike también estaría implicado en este escándalo de corrupción.

Según los reportes de prena, la división de baloncesto juvenil de la empresa fue citada por fiscales federales de Nueva York, debido al modo en el que influyeron en la decisión de jugadores prospectos que acudieron a su campamento. De igual forma, también se indicó que la investigación podría abarcar en los próximos días al futbol americano colegial.

En 2015 los contratos de patrocinio al interior de la NBA supusieron un cambio en las firmas que proveerían de indumentaria a las franquicias integrantes, al tiempo que las estrategias se modificaron y giraron, por lo menos Adidas, a la promoción de jugadores con alto potencial de desarrollo, es decir, jóvenes.

Los números sobre la penetración en el mercado del uso de calzado especializado en básquetbol, según Statista, daban una notoria ventaja a Nike con más del 90 por ciento de preferencia por parte de los consumidores, al tiempo que Under Amour se situaba en la segunda posición con menos de un cinco por ciento, mientras que Adidas apenas entraba en la numeralia con un 2.5 por ciento de presencia.

Por lo que el modo de influencia (sobornos) en las marcas deportivas, al tiempo que la participación de entrenadores de universidades o cuerpo técnico, afecta no solo a la imagen de las empresas, sino a los jugadores implicados, al tiempo que la reputación de las universidades así como de la liga colegial quedan afectadas por no detectar la interacción entre los implicados con la finalidad de fabricar referencias desde temprana edad hasta el profesionalismo.

Ya que ser la firma y escuela en la que una estrella de la NBA se formó, implica un reconocimiento e influencia por parte de otros jugadores menores de edad, así como padres de los mismos al momento de elegir una universidad, y sobre todo, de fichar con un patrocinador que en su historial tiene fama de acompañar el proceso de formación de los jugadores.