La guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue pasando factura a las marcas, cuando todo mundo tenía fija su atención en el bloqueo contra Huawei y los cambios que emprenderían firmas como Google y Qualcomm, salen Nike, Adidas y un centenar de marcas de la industria del calzado a protestar.
El lunes, diversos medios difundieron una carta enviada por la Footwear Distributors & Retailers of America (FDRA) al presidente estadounidense, Donald Trump para pedirle que deje fuera a los sneakers y demás calzado de la lista de aranceles propuestos para los productos importados de China.
No afectes al consumidor
Es uno de los reclamos por las marcas, que además de Nike y Adidas, figuran Puma, Under Armour, Reebok y K-Swiss. En total son 173 compañías las que firmaron la carta en la que le advierten a Trump que de mantener el impuesto del 25 por ciento -anunciado la semana pasada- tendría un impacto ‘catastrófico’ en empresas, la economía y en los consumidores.
“Como las principales compañías americanas de calzado, con cientos de miles empleados por todo Estados Unidos, te escribimos para pedirte que elimines el calzado de la lista de productos publicada por la autoridad comercial estadounidense el 13 de mayo”, señala la misiva.
“La tarifa adicional propuesta del 25 por ciento para el calzado sería catastrófica para nuestros consumidores, nuestras empresas y la economía estadounidense en general”, añade.
De acuerdo con especialistas, el decreto del mandatario estadounidense gravaría casi cualquier producto chino con algún impuesto o cuota adicional, lo que inherentemente implicaría un incremento de precios finales, por lo que efectivamente las personas terminarían cubriendo parte de este arancel.
El incremento de aranceles del 10 al 25 por ciento a productos procedentes de China está valorado en unos 200 mil millones de dólares.
No son todos los productos, pero sí una parte importante
Y, es que las marcas saben que de subir los impuestos, ellas tendrían que modificar su estrategia de negocio, tanto de precios como analizar dónde producir el calzado.
“Como una industria que paga 3 mil millones de dólares en aranceles cada año, podemos asegurarte que cualquier aumento del coste de importar el calzado tiene un impacto directo en el consumidor estadounidense”, aseguran.
Por ejemplo, de acuerdo con datos de Nike, un 26 por ciento de sus sneakers fueron producidos en China durante 2018, uno de los países donde manufacturan gran parte de sus productos; junto con Vietnam e Indonesia; virtualmente todo su calzado se fabrica fuera de Estados Unidos, según refieren desde El País.
El caso de Adidas no es muy distinto, un 18 por ciento de su calzado es chino, contra apenas un 3 por ciento manufacturado en territorio europeo; otros mercados importante para la firma alemana son Indonesia y Vietnam, de manera similar a su rival estadounidense.
Las marcas lo saben, por eso advierten que no es tan sencillo hacer lo que propone Trump de “fabrica tu producto en Estados Unidos y no habrá ningún arancel”, pues argumentan que un cambio de esas características requiere mucho “capital, años de planificación para tomar decisiones” de ese tipo y, por lo tanto “no pueden simplemente mover las fábricas para adaptarse a estos cambios”.
La FDRA estima que las acciones propuestas podrían representar hasta 7 mil millones de dólares en costos adicionales para los clientes, cada año.
No son las únicas
La guerra comercial entre China y Estados Unidos tiene un amplio espectro de impacto, pues no sólo se trata del veto contra Huawei y otras marcas del país asiático, o de impuestos en el sector del calzado, son varias marcas las que han señalado que si la situación se mantiene, sus negocios se verán afectados.
Una de las marcas que se pronunció fue Toyota, firma que defendió no ser “una amenaza para la seguridad nacional” estadounidense, luego de que Trump hiciera alusión a que las importaciones de autos afectan la economía estadounidense y la capacidad de los productores locales.
Apple es otra firma que ha advertido loe efectos negativos de la tensión con Pekín, lo mismo que Walmart, que incluso ha señalado que podría verse obligada a subir algunos de sus precios como resultado del aumento de aranceles a productos de origen chino.