El nuevo lujo es un concepto que merece la pena ser analizado a detalle, pues a partir de su entendimiento se pueden comprender las nuevas estrategias de marketing.
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El consumo del lujo y el estado de las economías es una relación que siempre sorprende, por lo contradictorio que a veces resulta el alto índice de consumo en medio de una economía débil.
El escenario económico fluctúa a nivel mundial con todo tipo de cambios y en medio de esta transformación vale la pena observar que elementos están transformando al mercado y cómo están reaccionando determinados países al consumo de productos en áreas como el lujo.
Corea del Norte ha dado muestra de cómo es necesario entender este aspecto como mercadólogos, pues a pesar de embargos impuestos por la Organización de las Naciones Unidas, este país compró a China 640 millones de dólares en bienes de lujo, según reportes de medios especializados.
Entre los objetos de lujo que Kim Jong Un ha adquirido están pieles, licores, pantallas de alta definición, instrumentos musicales, automóviles y relojes, que han servido también para dar como obsequio a las élites que han apoyado su régimen.
Los contextos que hoy vivimos se han vuelto sumamente dinámicos, por la volatilidad económica y la geopolítica, que ahora son materias obligadas para los mercadólogos para entender que oportunidades o retos se presentan para las marcas con las que trabajan.
El mercado de lujo alcanzaría a nivel mundial durante este 2018 ingresos por más de 91 mil millones de dólares, tan solo en el segmento de moda, que es el más valioso dentro de esta industria, según proyecciones de Statista, mientras que las marcas que lideran en este segmento son Louis Vuitton, Hermès, Gucci y Chanel.