• La efectividad no se mide aquí por un reloj, sino por los resultados.

• Lo importante es que todos sepan hacia dónde van, para definir sobre eso las actividades.

• Recuerda: trabajadores felices, son trabajadores productivos y comprometidos.

Antes de la pandemia de COVID-19, el trabajo en casa era considerado un modelo vanguardista, sólo implementado por algunos países europeos, que el resto de las empresas evitaban de ser posible. ¿Qué necesidad hay que los trabajadores se vayan a casa, donde no hay un control claro de horarios y tienen más distracciones?, solían pensar. Hoy en día el panorama es muy diferente y muchos de los que pensaban así, han tenido que tragarse sus palabras, al ver cómo la efectividad no ha variado en realidad y, por el contrario, en algunos casos hasta mejoró. El modelo laboral tradicional, de ir a la oficina, marcar tu hora de llegada y tu hora de salida, tuvo que quedar atrás por una emergencia, sin embargo, esto nos ha abierto el panorama a la flexibilidad laboral.

Quizá hace un año ninguna empresa hubiera considerado siquiera otros modelos para trabajar, pero si algo bueno ha salido de esta emergencia global, son las ideas nuevas con las que hemos tenido que sobrevivir. No existe otra manera y hay muchos hábitos que terminarán por quedarse con nosotros. La sociedad no será la misma y los trabajos tampoco tienen  por qué serlo. Pero hablar de un trabajo mucho más flexible, no quiere decir ni necesaria ni simplemente “home office”, existen distintas reglas que se pueden cambiar, para determinar un resultado distinto, donde el lugar realmente no importa tanto. ¿Te atreves a romper con lo convencional? Estamos en la época ideal para hacerlo y puede que los resultados te favorezcan en muchos sentidos.

Notas relacionadas:

Trabajadoras domésticas latinas en Estados Unidos sufren la pandemia

Usa la Bolsa de Trabajo Merca2.0 y genera una buena apertura para tus vacantes

Lesiones oculares, un mal común en el trabajo

Horarios variados

Una de las ideas principales ante un trabajo flexible, es eliminar los horarios estrictos. Se busca dejar que cada persona trabaje en su ritmo y en la hora que mejor le parezca, siempre y cuando cumpla con lo que tiene que hacer. La efectividad no se mide aquí por un reloj, sino por los resultados.

Objetivos mensuales

Como acabamos de decir, los resultados son lo importante. Puedes plantearte objetivos mensuales o semanales y la idea es cumplirlos sea como sea, sin importar ni la hora ni el lugar. Con un buen calendario y fechas definidas de entrega, si dejas el resto a la imaginación y la libertad, no tendría porque haber problema.

Lo que de verdad cuenta

¿Qué quieres conseguir con tu empresa o proyecto? ¿Ventas? ¿Mayor alcance? ¿Clientes? Pon un número claro, un horizonte para que cada empleado alcance y entonces trabajen sobre ello. Lo importante aquí es que todos sepan hacia dónde van, para definir sobre eso las actividades que realizarán día con día, sin necesidad de sobrecargar ni tener presiones extra.

Un mejor bienestar

Una de las primeras consecuencias de un trabajo flexible bien planeado, es el aumento del bienestar de los trabajadores. La idea es que tenga mayor libertad, que no se sienta encerrado, ni bajo una presión constante, sino que pueda crear sus propios ritmos y organizarse de tal manera que no pierda las cosas que lo hacen feliz. Recuerda: trabajadores felices, son trabajadores productivos y comprometidos.