El gobierno de Italia acordó este jueves presentar una propuesta de presupuesto que contempla un déficit mucho más alto que el del año pasado, números en claro enfrentamiento con la línea que baja de la Unión Europea.
En paralelo, el principal índice bursátil de Milán cayó más de 2% este viernes, significativamente más que otros mercados europeos importantes.
Un artículo en Bloomberg titulado “Italia pone en riesgo el proyecto europeo” dice que es necesario que los nuevos líderes en Roma “entren en razón” porque sus planes presupuestarios generarán problemas.
“La coalición del Movimiento de Cinco Estrellas y la Liga de Derecha anti-establishment ha mantenido a todos adivinando sobre sus genuinas intenciones. Sus líderes hicieron promesas costosas a los italianos que incluyen recortes de impuestos, baja en la edad jubilatoria y un ingreso básico, metas que entran en conflicto con las normas de la UE sobre los déficits y que no son compatibles entre sí”, explica el medio estadounidense.
“Italia se está colocando en una posición precaria”, le dijo Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg, a CNN Money. “La posición de Italia es inestable y puede que no tome mucho para desencadenar una gran ola de ventas en los mercados de bonos italianos que debilitaría a los bancos, restringiría las condiciones de financiamiento y frenaría aún más el crecimiento económico”, agregó.
El gobierno italiano apunta a un déficit primario del 2,4 por ciento del producto interno bruto, por encima del objetivo proyectado bajo la administración anterior de 0,8 por ciento.
Si bien eso se mantiene dentro del límite del 3 por ciento de la UE, viola el requisito adicional de que las naciones altamente endeudadas realicen un “esfuerzo genuino” para reducir su gasto, lo que en el caso de Italia requeriría un déficit significativamente menor al 2 por ciento.
Otro dato: la carga de la deuda externa de Italia es de alrededor del 130 por ciento del PIB, es la más alta de la zona del euro, después de Grecia.
Si los inversionistas pierden la confianza en que el gobierno puede controlarla, los líderes europeos deberían decidir:
- intentar rescatar a Italia,
- supervisar una reestructuración de deuda o
- permitir que salga de la UE la tercera economía más grande.
Cualquiera que se escoja “pondrá en peligro la moneda común”, dice Bloomberg, más aún teniendo en cuenta las complicaciones con el Brexit y las tensiones entre Estados Unidos y China, que suman inestabilidad.
Los especialistas indican que más allá de enfocarse en las reglas presupuestarias, lo mejor sería asegurarse de que Roma utilice mejor sus recursos: por ejemplo, aumentando la inversión pública, que se redujo desde el inicio de la recesión, en lugar de derivar en jubilaciones o pensiones.
Y otro detalle importante: Italia es uno de los países que más está sufriendo la crisis de los refugiados de la región.