- Neuralink, de Elon Musk, ha aumentado su valor de mercado a más de US$ 5 mil millones después de obtener aprobaciones para ensayos en humanos.
- Sin embargo, los especialistas predicen que pasará al menos una década antes de que obtenga autorización comercial.
- Neuralink busca establecer una interfaz directa entre el cerebro humano y las máquinas, con potenciales aplicaciones en el tratamiento de enfermedades neurológicas y mejoras cognitivas.
Neuralink, la compañía de implantes cerebrales propiedad de Elon Musk, que había sido valorada en unos U$S 2.000 millones en una ronda privada de captación de fondos en 2021, ahora ya supera los U$S 5.000 millones, de acuerdo con una serie de operaciones privadas en Wall Street analizadas por Reuters.
Si bien la empresa no es pública, algunas adquisiciones materializadas por inversores dejan ver que el valor de Neuralink creció exponencialmente desde que la compañía de Musk anunció en mayo de 2023 que los organismos reguladores de los Estados Unidos aprobaron ensayos en humanos de su chip cerebral.
Más allá de eso, los especialistas dicen que Neuralink podría demorar largos años en obtener autorización de uso comercial de sus productos.
¿Cuántos años? Según Kip Ludwig, ex director del programa de ingeniería neuronal del Instituto Nacional de la Salud (NIH) de los Estados Unidos, “con mucha suerte” Neuralink tendrá autorizaciones comerciales en una década.
En paralelo, Neuralink tiene otro problema: la investigacion federal sobre sus ensayos con animales.
Más allá de estos cálculos, luego de que se aprobaron los ensayos en humanos, las acciones de Neuralink que se ofrecieron de manera privada a inversores en llegaron a tener una valoración de la empresa en hasta U$S 7.000 millones, alrededor de 54 dólares por acción, según Reuters.
Neuralink y un futuro tan amplio como complicado
Con el objetivo de establecer una interfaz directa entre el cerebro humano y las máquinas, Neuralink ha estado trabajando en tecnologías innovadoras que podrían revolucionar la forma en que interactuamos con los dispositivos electrónicos y, potencialmente, tratar diversas enfermedades neurológicas.
Neuralink busca permitir que los seres humanos puedan “fusionarse” con la inteligencia artificial, superando las limitaciones de la comunicación convencional y abriendo nuevas posibilidades en términos de memoria, procesamiento de información y control de dispositivos.
Su enfoque se basa en la implantación de hilos flexibles y ultrafinos en el cerebro, los cuales se conectan a través de una interfaz inalámbrica a un dispositivo externo.
Esta tecnología ha despertado un gran interés tanto en la comunidad científica como en el ámbito comercial. Se vislumbran múltiples aplicaciones potenciales, desde restaurar la movilidad en personas con parálisis hasta mejorar la capacidad cognitiva y la memoria.
Neuralink no es la única empresa que busca desarrollar tecnologías en el campo de la neurociencia. Compañías como Kernel y Facebook Reality Labs también están invirtiendo en investigaciones similares, compitiendo por liderar esta carrera hacia la interfaz cerebro-máquina.
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