Desde hace ya varios años, el foco de una gran parte de las empresas se concentró en conquistar a los millennials.
Este sector de la población prometía un gran potencial de consumo en los siguientes, razón por la cual millares de marcas ajustaron sus acciones de mercadotencia y presupuestos para conquistarlos desde temprana edad.
La apuesta por la generación del milenio
Algunos datos son contundentes al respecto. Una investigación elaborada por Edelman, indica que el 74 por ciento de los millennials creen que puede influir en las decisiones de compra de su círculo cercano de contactos, mientas que estimaciones de SAP pronostican que las personas que pertenecen a este sector son responsables del 70 por ciento del consumo a nivel mundial.
Es justo ahí donde radica el interés de las empresas por llenar sus filas de consumidores millennials, para lo cual destinan interesantes cantidades de recursos. Basta con revisar la contundente cifra entregada por Turn, la cual indica que las marcas gastan 500 por ciento más en sus estrategias para cautivar a la generación millennial en comparación con lo invertido para otros segmentos de mercado.
La miel no es para todos
Aunque esto podría ser una realidad tangible par muchas marcas con inversiones que regresan importantes resultados, lo cierto es que para otras, los hábitos y características propias de los millennials se han convertido en una barrera más que en un motor para sus ventas.
En este sentido, la industria de los condones podría haber visto pasar ya su mejor época y es que los millennials parecen cambiar el placer sexual por mantener una vida social siempre conectada.
Así lo revela un reciente estudio publicado por la revista científica Archives of Sexual Behavior y coordinado por la Universidad de San Diego, el cual concluye que los consumidores del milenio son menos activos sexualmente que las generaciones pasadas.,
En este sentido, la investigación indica que el 15 por ciento de las personas jóvenes entre los 20 y 24 años no tienen pareja sexual estable; situación que se contrapone a lo que sucedía con la generación silenciosa (nacidos entre los años 30 y 40) la cual se considera como la más activa en el sexo durante su juventud.
De igual manera, se estima que en comparación la Generación X los millennials tienen menos relaciones sexuales cumplidos los 18 años; pero eso no es todo, esta última generación salen menos .
Con todo esto, las proyecciones indican que la frecuencia sexual ha disminuido. El adulto promedio pasó de tener relaciones sexuales 62 veces al año a 54 veces.
Para los especialistas, esta “recesión sexual” es consecuencia la presión y relevancia que tienen las redes sociales y la vida digital, factores que promueven el aislamiento social, fenómeno que así vez hace de los encuentros sexuales algo menos significativo y necesario.
Condones a la baja
La premisa es avalada por algunos estudios. Por ejemplo, un estudio publicado por The Walt Street Journal, indicaba que durante los últimos tres años se ha registrado una disminución de la actividad sexual y un aumento equivalente del consumo de Netflix.
La creciente cantidad de plataformas en dicha categoría estaría haciendo que la atención se centre en disfrutar el último episodio de la serie de momento, antes que de una noche de sexo.
Cuando el corte se hace por edades, los resultados son aún más reveladores. Un 36 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 38 años encuestados declararon que preferían Netflix al sexo, frente a un 16 por ciento de 39 y mayores de esa edad.
Con esto en mente es posible afirmar que plataformas se han convertido en la gran competencia para la industria de condones y demás sectores relacionados al sexo; la rivalidad es aun mayor cuando de las nuevas generaciones hablamos.
De hecho, de acuerdo con estimaciones de General Social Survey durante 2018, las personas centre 18 y 25 años aseguraron que no habían tenido una pareja sexual en 12 meses, al tiempo que desde Nielsen indicaban que la venta de condones se ha contraído en tiendas de Estados Unidos de 519 millones de dólares registrados durante 2015 a 486 millones de dólares durante el año pasado.