-
La medida que puede ser considerada como “castigo” por mal uso o candado que Netflix ha comenzado a implementar, busca conquistar al consumidor, pero con una cultura de consumo responsable de contenidos.
-
Con la caída en suscriptores que Netflix ha sufrido ante la competencia, la decisión drástica fue de actuar en el uso de la contraseña.
-
Netflix se ha convertido en una plataforma crucial en el consumo de contenidos en streaming y hábitos con el mal uso de una contraseña se han vuelto retos del consumo responsable de historias en la actualidad.
Netflix registró una caída en sus suscriptores, que impactó en su valor bursátil, obligándola a dar el golpe en la mesa con una serie de medidas (castigo o candados, como hemos argumentado en esta nota) con las que busca controlar el desequilibrio que vive en estos momentos. La primer medida drástica ocurre contra quienes comparten la contraseña.
Antes de que la contingencia estallara en el mundo, Ampere Analysis hizo un interesante análisis en donde descubrió qué países tenían el mayor porcentaje de usuarios que entraban con una contraseña ajena, a la plataforma de videos.
La proyección mostraba el grado de proporción de hogares suscritos a Netflix, que hacían uso del inicio de sesión de otra persona, esto en países seleccionados a nivel mundial, durante el primer trimestre de 2018.
En Brasil, el nueve por ciento de los hogares que consumieron contenido de video en Netflix lo hicieron recurriendo al inicio de sesión de otra persona. La lista quedó de la siguiente forma:
Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Brasil, España y Estados Unidos.
Todas estas cifras vienen a cuenta del principal problema que enfrenta Netflix en estos momentos y es el porcentaje en que se comparte la contraseña entre sus usuarios y que adelantó durante el anuncio de descalabro que registró en su pasado reporte, donde al tiempo en que anunció su descalabro en suscriptores, explicó las medidas en las que pensaba.
En esa ocasión nos referimos a estas acciones como un “plan de emergencia”, con que la plataforma buscaba no morir ante la competencia, con opciones de pago o que alternan con publicidad.
Cada una de estas medidas se han convertido en importantes antecedentes de operación en el mercado y además, en ejemplo de la capacidad con que cuentan ante el consumidor.
El anuncio de lo que se venía
En esa ocasión, Netflix lamentó que en más de 100 millones de hogares se compartía la contraseña de usuarios inscritos a la plataforma en el mundo.
A nivel regional, las zonas en que más se llevaba a cabo este mal hábito fueron Estados Unidos y Canadá, donde se encuentran los mercados más significativos para la plataforma, pero donde 30 millones de hogares (de los 100 estimados) cometían esta mala acción.
En años pasados el problema del mal uso de contraseñas ya se le cuestionaba a Netflix, sin embargo, el crecimiento de usuarios registrados, que incluso fue histórico durante la contingencia sanitaria, no llevó a la plataforma a tomar medidas drásticas.
La realidad ya se presenta como otra para la marca y con este enfoque, la medida tuvo que ser contundente para plantar cara a Disney, Warner, Apple, NBC y Paramount, que afectaron el negocio de la empresa más famosa de Gatos, California.
“La práctica de compartir cuentas, en el porcentaje de nuestras membresías de paga no ha cambiado mucho a lo largo de los años, pero, su impacto dificulta el poder aumentar la membresía en muchos mercados, un problema que ensombreció nuestro crecimiento durante la contingencia”, explicó Netflix en esa ocasión.
Un golpe contundente
Netflix finalmente ha dado a conocer el castigo que empleará con los usuarios que comparten la contraseña de la plataforma y que consiste en pagar a la plataforma una cuota por usuario que accede con usuario y contraseña fuera del domicilio en que habitualmente se usa esta.
El programa que ha iniciado en Costa Rica, Chile y Perú y da al usuario de la contraseña dos opciones. En una, que se denomina como “agregue un miembro adicional”, los miembros de los planes Estándar y Premium contarán con la opción de agregar subcuentas para hasta dos personas con las que no viven, con perfiles persoales, recomendaciones personalizadas, nombre de usuario y contraseña, a precios de 2,380 CLP en Chile, 2,99 dólares en Costa Rica y 7,9 PEN en Perú.
La segunda modalidad de “castigo” permite “transferir” el perfil a una cuenta nueva y así “los miembros de nuestros planes Básico, Estándar y Premium pueden permitir que las personas que comparten su cuenta transfieran la información del perfil a una cuenta nueva o a una subcuenta de miembro adicional, manteniendo el historial de visualización, Mi lista y personalización o recomendaciones”.