De nena a neni, esta palabra se usa para referirse a las personas (principalmente mujeres) que usan las redes sociales para comprar y vender todo tipo de productos. Ropa, accesorios de belleza, mascarillas para prevenir contagios y hasta alimentos preparados. La palabra “neni”, precisamente se deriva de nena
“¿Dónde entregas, nena?”, es una frase que se ha vuelto muy popular en las páginas de Facebook Market y en Instagram.
Este término también se usó despectivamente para referirse a las mujeres que venden en redes sociales y suelen hacer las entregas en parques o en estaciones del transporte público. El término se volvió recientemente trending topic en Twitter y los memes sobre el tema circulan profusamente en las redes sociales.
Las nenis son esas mujeres que ofrecen productos en redes sociales, hacen entregas en el Metro, o en un punto a convenir y mantienen comunicación con sus clientes vía Instagram, Facebook, WhatsApp u otras aplicaciones para vender ropa y accesorios.
Según Tania Meléndez Elizalde, profesora de la UNAM, el surgimiento de las ‘nenis’ se debe a las pocas oportunidades que tienen para conseguir fuentes de ingreso formales en medio de la pandemia. “En el patriarcado las mujeres quedan en una inequidad y dependencia económica muy compleja. Las mujeres han buscado la manera de llevar ingresos a sus hogares porque la precarización laboral y los bajos ingresos las han orillado a buscar los medios”, explicó la académica.
Esta práctica ha existido desde hace años. Sin embargo, actualmente debido a la situación que se atraviesa y en la que prácticamente todo está al alcance de una simple publicación en redes sociales, es que se ha popularizado y ha adquirido un nuevo nombre.
Para Eréndira Dérbez, autora de No son micro. Machismos cotidianos, este término tuvo una connotación clasista y misógina. “Si antes se reían de las ‘mamas luchonas’ ahora se ríen de las ‘nenis’, una cuestión que es injusta porque no hay suficientes oportunidades laborales en la pandemia y critican cosas como que se entregue en el metro”, dijo.
Sin embargo, la mayoría de las consideradas ‘nenis’ no se siente ofendida o le da vergüenza que la identifiquen como tal, pues aseguran que el simple hecho de buscar salir adelante mediante algún tipo de negocio que represente la entrada de ingresos, es lo primordial sin importar las críticas o cuestionamientos que puedan surgir como comúnmente pasa en redes sociales.
En el proceso de las ventas por internet, nadie se conoce y para dejar de lado las formalidades que pueden existir en una tienda física, se usan palabras cómo: nena, bebé, hermosa y otros ejemplos similares.
Las “nenis” no sólo abarcan el campo de la belleza y la moda, pues muchas tienen servicios como decoración, comida y bebidas preparadas que pueden ser llevadas a domicilio. Este modelo de negocio cada vez es más popular entre las mujeres (y algunos hombres) que buscan mejorar sus ingresos.
Esta actividad abarca otros campos positivos para la moda, pues muchas se han dedicado a darle una segunda oportunidad a la ropa que sale del armario de alguien más. Los productos pueden ser nuevos o de segunda mano.
Además, “las nenis” son su propio equipo de ventas, mensajería, cobranza, community managers, almacén y hasta mercadotecnia, pues la mayoría lleva sus perfiles de Instagram; acuerdan días para las entregas de la mercancía y visualizan los métodos de pago, sin dejar de lado que cuentan con un stock para sus clientes.
Aunque buena parte de las ventas a través de redes sociales son de ropa de segunda mano, también se da el comercio de artesanías o trabajos hechos a la medida. Victoria Carolina Sánchez hace trabajos bajo pedido de encuadernación además de dedicarse a cuidar a su hijo de tiempo completo. “Siempre hay una manera hostil de interpretar esa forma de vida que viene desde el machismo y la ignorancia”, comenta. “No dirían lo mismo si supieran cuántas personas viven y comen de ese modo de vida y que se critica a la ligera en memes”, indica. En su página Diarios de Vico ha encontrado clientes de México, Latinoamérica y España donde ha logrado colocar sus libretas hechas completamente a mano.
Pero no todo es color de rosa. La Constitución establece la obligación de pagar contribuciones cuando los ingresos provengan de una actividad empresarial, profesional o comercial, por lo tanto, si las Nenis obtienen ingresos consecutivos de esa actividad, deberían darse de alta al SAT, como bien afirma Mario Ostos, en una columna que publicó recientemente en Merca 2.0