• Una compañía necesita tratar a las personas como un recurso humano, que entrega “equilibrio” a los negocios.

• Cerca del 66 por ciento de líderes de pequeños negocios son responsables de tres o más áreas de su negocio, como las operaciones, finanzas, ventas o la mercadotecnia.

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Tal como si se tratara de “Umami”, el término gastronómico que se refiere al quinto sabor que está más allá de dulce, salado, agrio o amargo y que genera un equilibrio de todos los sabores, en los negocios, hay una serie de elementos e ingredientes que pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Muchos líderes buscan conseguir esta distinción, pero con demasiada frecuencia no logran alcanzarla. Encontrar el “Umami”, o esa dimensión adicional, significa utilizar los recursos más preciados, el personal más capacitado y crear un lugar de trabajo más eficaz, que sea lo mejor para lograr los objetivos.

De hecho, según la SBA, las pequeñas empresas crean aproximadamente 2 de cada 3 nuevos empleos en regiones como Estados Unidos. Además, dos tercios de los propietarios y líderes, (cerca del 66 por ciento), son responsables de tres o más áreas de su propio negocio, como las operaciones, finanzas, ventas, mercadotecnia, recursos humanos, servicio al cliente, desarrollo de productos o TI .

Lo que necesita una compañía es sentir y tratar a las personas como un recurso humano, que entrega “umami” a los negocios. Esos ingredientes ocultos llevan una empresa al siguiente nivel. Sin embargo, esta situación no tiene que confundirse con la utopía de salir adelante sin llevar a cabo una estrategia.

• Respeto genuino

En lugar de idealismo elevado, las empresas pueden y deben fomentar el respeto genuino para poner de manifiesto los sabores más fuertes de su fuerza de trabajo. El sentimiento y el intercambio de respeto confirma que, en lo que estás trabajando, merece tiempo y energía absoluta.

• Enfatizando valores

La reputación y los recursos relevantes son absolutos para todos cualquier negocio. Además, las empresas que sobresalen son las que se mantienen fuertes en cuanto a los recursos, los cuales son valores que no pueden ser creados, curados y ejecutados sin el poder y la voluntad de una fuerza laboral orgullosa, dispuesta y capaz. Ningún líder tiene poder sobre esa voluntad, puestos que los valores inspiran y motivan.

• Preparación

Aquellos que conocen la verdadera esencia del éxito sabrán que la longevidad en los negocios, la armonía y los valores tienen un precio. Ese valor es la preparación: si quieres obtener éxito en el mercado, debes conocer y saber en qué lugar te encuentras.

• Aceptar y adaptarse a los cambios

Cómo trabajan las personas, dónde trabajan y cuándo trabajan ya no tiene el mismo modelo que antes. La oficina de la esquina puede ser el banco del parque y cada vez más tiene más espacios abiertos, siempre que los resultados lleguen. Estos nuevos modos de trabajo ya no son revolucionarios, sino la forma de trabajar en la actualidad y, de hecho, son una forma de vida.

• Permisos

El permiso es algo bueno. Quita capas no requeridas para que las personas puedan usar su iniciativa, pero siempre está dentro del contexto. Todavía hay reglas y pautas, incluso obligaciones, pero no pretendan ser parte del todo, hay más libertad y consenso.

S • Empatía y acción

En los negocios, ir demasiado rápido, sin guía y sin protección, puede tener consecuencias que pueden causar dificultades increíbles. Por el contrario, la falta de humanidad y la incapacidad de empatizar en momentos importantes puede convertir una solución fácil en un gran problema.

Las marcas y las empresas necesitan a las personas más de lo que piensan. Es por eso que ser rápido para la empatía es algo bueno. Las personas son recursos valiosos recursos; sin embargo, no tomarse el tiempo necesario para pensar las acciones que se realizarán, probablemente sea un error.