Internacional.- El desastre del avión que llevaba al Chapecoense desde Santa Cruz de la Sierra hasta Medellín ocurrió porque la nave de Lamia se quedó sin combustible. Fue confirmado por las autoridades colombianas.
De acuerdo a los primeros datos recogidos de las comunicaciones entre la torre de control del aeropuerto y el avión de Lamia, las autoridades de aviación de Colombia indicaron que falló el plan de vuelo, que el combustible no alcanzó para recorrer los 2.970 kilómetros entre Santa Cruz de las Sierras (en Bolivia) y Medellín.
¡Fredy Boniila, Secretario de Seguridad Aeronáutica Civil, habló de cómo avanzan las investigaciones del accidente! #FuerzaChapecoense pic.twitter.com/Uira2LU1Kl
— Win Sports (@WinSportsTV) 1 de diciembre de 2016
Ahora, hay dos grandes preguntas que todos se hacen por estas horas, más aún conociendo el saldo fatídico de 71 muertos.
- ¿Por qué el piloto, Miguel Alejandro Quiroga Murakami, no se reabasteció de combustible en Bogotá si vio que no le alcanzaba para llegar a Medellín?
- ¿Por qué no se declaró en “emergencia” cuando comenzó la aproximación a destino y sólo pidió “prioridad”, que es una instancia de menor grado de urgencia?
Las dos preguntas tienen, hasta estas horas, dos posibles respuestas: negligencia o avaricia.
Prioridad o emergencia
En conversación con radio Caracol, el director de Aeronáutica Civil de Colombia, Alfredo Bocanegra, dijo que “el jefe de la tripulación (o sea, el piloto) no cumplió las reglas aéreas” y analizó que el piloto no se habría declarado “en emergencia” para evitar multas y por las “consecuencias económicas que pudiera afrontar”.
El análisis es lógico, Quiroga era, además, uno de los dueños de la pequeña aerolínea. Las reglas de aviación indican que declarar “en emergencia” un avión por mal cálculo de combustible le costaría a Lamia una fuerte sanción económica (además de una posible inhabilitación al responsable).
“El lenguaje técnico en aviación es muy preciso, se mide en segundos. Efectivamente, hubo solicitud de ‘prioridad’, que no es lo mismo que ‘emergencia’“, aclaró Bocanegra al confirmar que el piloto nunca declaró el peligro que afrontaba con claridad. El experto en aviación lamentó que Quiroga no haya dicho la verdad por los problemas que pudiera afrontar y dijo: “¡No se comprende cómo, si estaba sin combustible, no se declaró en emergencia!”.
Quiroga, al parecer, calculó que el combustible le iba a alcanzar para recorrer los 2.970 kilómetros, pero no tuvo en cuenta que, como pasó, otro avión pidió “prioridad” unos minutos antes y que, además, en el aeropuerto hubo un derrame de combustible de otra nave sobre la pista (que hubo que limpiar). Todo eso obligó al Lamia a recorrer unos kilómetros más en espera, que terminaron siendo fatales. Igualmente, si se hubiera declarado en emergencia, habría descendido inmediatamente.
No cargó en Bogotá
La otra gran duda: ¿por qué no bajó en Bogotá? El costo del descenso en Bogotá para el reabastecimiento no es barato, entre permisos e impuestos, más el combustible son erogaciones extra que el piloto-socio de Lamia, al parecer, no estuvo dispuesto a afrontar.
Hay que entender que la aerolínea es una compañía mínima, de tan sólo tres aviones, dos de los cuales están en reparación. Con lo que Avro RJ-85 que se accidentó era el único en vuelo.
Su principal negocio era la venta de viales chárter de selecciones y equipos de fútbol sudamericano, que la eligen (o elegían) por sus bajos costos de contratación.
“Competía por costo. Un vuelo que otra empresa lo cobra US$ 100.000, Lamia lo ofrecía por US$ 60.000”, le dijo a La Nación una fuente del sector.
La dudas sobre la decisión del piloto para no reabastecerse en Bogotá fueron expuestas por el propio director general de la firma y otro de los socios, Gustavo Vargas. “Tenemos alternativas, una cercana era Bogotá y si él (el piloto) veía que tenía una deficiencia de combustible, tenía toda la potestad de entrar a reabastecer”, dijo el ejecutivo.
Mira esta promoción del vuelo que estaba por hacer el Lamia con el equipos del Chapecoense. Se filmó minutos antes de partir.
Un video de #Lamia fue grabado antes de que despegara el vuelo del equipo #Chapecoense rumbo a #Medellín #10EnPunto con @DeniseMaerker pic.twitter.com/mspIUPwMvp
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) 1 de diciembre de 2016
Daño a la imagen de las low cost
La tragedia del Chapecoense mancha la imagen de las compañías aéreas low cost (o bajo costo), justo cuando están pensando en un aterrizaje masivo en Sudamérica.
En Argentina, por ejemplo, ya son tres las empresas interesadas en el negocio. Una es Norwegian Air Shuttle, que estudia operar en el país y propone una idea muy tentadora: pasajes a Europa por US$ 300.
Otra es Flybondi y, meses atrás contábamos en Merca2.0 que la irlandesa Ryanair también está interesada en volar entre ciudades de Argentina.