En el caso de la industria deportiva, el concepto de innovación suele estar ligado al desarrollo de nuevas tecnologĆas que permitan a los deportistas correr mĆ”s rĆ”pido, saltar mĆ”s alto, patear mĆ”s fuerte el balón; sin embargo, en ocasiones simplemente se ālimitaā a cambiar de cierta forma los paradigmas que existen en un deporte determinado.
A finales de 2013 la firma alemana Adidas levantó una gran polĆ©mica dentro de la NBA cuando, en su rol de patrocinador oficial de la liga, decidió lanzar al mercado una colección de jerseys especiales con motivo de la Navidad. La razón de la polĆ©mica era la decisión de la compaƱĆa teutona por agregar mangas a la indumentaria de los basquetbolistas.
En aquel entonces el osado movimiento de la compaƱĆa europea fue duramente criticado por todos quienes tenĆan una relación (por remota que esta fuera) con el baloncesto profesional. Si bien el diseƱo de las playeras era impecable, una vez que los jugadores las utilizaron Twitter se inundó de comentarios negativos por parte de los propios basquetbolitas, algo que indudablemente no era bueno para el negocio de venta de playeras.
La cantidad de comentarios negativos en torno a los jerseys con mangas de Adidas por parte de jugadores, aficionados, ex jugadores y medios de comunicación fue tal que el propio comisionado de la NBA, Adam Silver, debió reunirse con los jugadores al final de esa temporada para saber si debĆa impedir que los alemanes volvieran a hacer algo similar.
Aunque los jerseys con mangas dentro de la NBA parecĆan tener los dĆas contados, Adidas perseveró en su idea de venderlos y con el paso de los aƱos algunos de los detractores del uso de mangas terminaron por convertirse en sus mĆ”ximos embajadores. Tal fue el caso de LeBron James, quien inicialmente atacó por todos los medios posibles la implementación de las mangas y terminó convertido en uno de sus mĆ”s grandes fanĆ”ticos⦠o al menos eso es lo que cuenta la leyenda, pues habrĆa sido por petición de āEl Reyā que los Cavs utilizaron la indumentaria con mangas en las dos series finales mĆ”s recientes de la NBA (2016 y 2017). Sobra decir que el jersey con mangas se convirtió en uno de los productos mejor vendidos de los Cavaliers de Cleveland.
Lo mĆ”s curioso, es que a pesar de la insistencia de Adidas de un lustro por incluir mangas en los jerseys de los equipos de la NBA (tendencia a la que se habĆan sumando 19 equipos), Ć©sta desaparecerĆ” a partir de la próxima temporada cuando Nike tomĆ© la estafeta como patrocinador oficial de la liga, pues la firma originaria de Oregon ha dicho que no tienen pensado continuar con esta ātradiciónā.
Las reglas también pueden impedir la innovación
Si bien Adidas logró (en cierta medida) el éxito con sus jerseys de basquetbol con mangas, no fueron los primeros teutones que se dispusieron a cambiar los paradigmas de uno de los deportes mÔs populares del planeta.
Seguramente muchos de ustedes recordarĆ”n que previo al Mundial de 2002 la tambiĆ©n alemana Puma se encargó de diseƱar los uniformes para el combinado de CamerĆŗn, dando vida a un sui generis jersey cuya principal caracterĆstica era la carencia de mangas.
Al contrario de lo acontecido en la NBA, el particular uniforme de los africanos obtuvo la aprobación de fanÔticos y jugadores, siendo la FIFA quien terminó por zanjar el sueño de los uniformes sin mangas, pues iban en contra de las reglas de juego implantadas por el organismo.
Ya para terminar mi participación de esta semana y hablando sobre cambios en los uniformes dentro del baloncesto profesional, vale la pena recordar que a partir de la próxima temporada serÔ cuando comencemos a ver patrocinios dentro de los jerseys de los equipos de la NBA, un tema en el que ahondaré en otra ocasión.