Por Alan Campos
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Para muchas personas la NFL y la NBA son las mejores ligas deportivas del planeta por diversos factores entre los que destaca su infraestructura, su organización y su competitividad; sin embargo, en las últimas semanas y meses he podido constatar que es en gran parte gracias al marketing y al propio consumismo estadounidense que estas ligas se encuentran en el pedestal en que se encuentran.
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La prueba más claro de la anterior aseveración se encuentra en el estado de Ohio, específicamente en la ciudad de Cleveland, la cual en los últimos meses ha experimentado una gran atención mediática por las llegadas de LeBron James a los Cavaliers en la NBA y de Johnny Manziel a los Browns dentro de la NFL. Pero la atención de los medios no fue lo único que Manziel y James lograron atraer para la ciudad, pues junto con ellos llegaron una gran cantidad de patrocinadores como Nike, Snickers, McDonald’s, Panini, Powerade y otra serie de marcas que han visto una gran oportunidad de elevar sus ventas.
Sin embargo, el dinero obtenido por patrocinio no es el único beneficio derivado de la llegada de estos atletas a la ciudad. Tan sólo el valor de los abonos de temporada para los Cavs se elevó en un 150 por ciento (de 200 a 500 dólares) una vez que LeBron hizo pública su intención de volver a Cleveland; por su parte los Browns han roto su récord de abonos vendidos, el cual se dio en 2008 luego de la última temporada ganadora del equipo.
Y si bien en ambos casos se puede apreciar el resultado de las estrategias de marketing detrás de ambos jugadores, en el caso de LeBron es mucho más comprensible al tratarse de un basquetbolista ya consagrado con títulos de NBA y Juegos Olímpicos; caso contrario de Johnny Manziel, donde se demuestra de manera más clara una gran estrategia de marketing apoyada en el consumismo estadounidense, pues pese a que el jugador no ha hecho su debut oficial (sólo ha disputado partidos de pretemporada) ya es una de las grandes figuras para la temporada 2014 de la NFL, siendo incluso el jugador que más jerseys ha vendido en el último trimestre.
Cierto, los jugadores que ingresan a la NFL y a la NBA son jugadores que han seguido un proceso dentro del futbol americano colegial y de los cuales se ha determinado son aptos para jugar a nivel profesional; sin embargo, continúan siendo novatos que no han demostrado su valía y por ende no serían merecedores de un sueldo exhorbitante (si es que algún deportista en verdad lo merece).
O, ¿qué diría usted si de repente un novato del América, Chivas o cualquier otro equipos del futbol mexicano recibiera trato de súper estrella?, después de todo ellos también atravesaron un proceso de fuerzas básicas, Sub-15, Sub-17, Sub-20 o Ascenso MX y ellos lo hicieron con un equipo profesional (cuya exigencia es mayor que la de un equipo colegial por más arduo que éstos puedan trabajar), quizás la única diferencia son entonces los reflectores que reciben unos y otros.
Incluso si usted es malinchista, menosprecia el trabajo que se hace en fuerzas básicas en México o simplemente cree que el nivel de la NFL/NBA es mucho más elevado que el de la Liga Bancomer MX, lo invito a que mencione un sólo jugador novato del Real Madrid, Barcelona, Manchester United o cualquier otro equipo de la élite europea que haya comenzado su carrera como súper estrella del mismo modo en que lo está haciendo Manziel, ni siquiera Lionel Messi o Cristiano Ronaldo lo hicieron así.
Pero no quiero que se malentienda lo que estoy diciendo, yo también considero que la NFL y la NBA son dos de las ligas deportivas de más calidad en el mundo entero; sin embargo también creo, a veces, que el marketing en torno a las mismas rebasa el espectáculo que en ellas se da.