Hay épocas del año en las que se vuelven más presentes valores como la solidaridad y la empatía. La ilusión que envuelve temporadas como la navidad, también evoca a la reflexión sobre la vida y sobre quienes no pueden celebrar como merecen. Pues, lamentablemente, las carencias y los contextos hostiles no desaparecen en épocas festivas.
En 1919 Eglantyne Jebb cambió el curso de la historia cuando declaró que todas las niñas y niños deberían tener derechos. Esta idea avanzada para su tiempo generó un movimiento global destinado a hacer del mundo un lugar mejor para la niñez y la adolescencia. Eglantyne presentó en la Liga de las Naciones la primera Declaración Universal de los Derechos del Niño y con ella la base para la creación de la Convención sobre los Derechos del Niño y de la Niña.
105 años después, millones de niñas y niños en México y el mundo aún siguen enfrentando graves vulneraciones a sus derechos. La falta de acceso a servicios de salud, educación y protección de calidad, los conflictos políticos y sociales, la pobreza, la violencia y la crisis climática limitan sus oportunidades y sus derechos básicos.
Es por eso que, desde Save the Children buscamos la participación de la sociedad en la conquista por el bien de la niñez, y Navidad se convierte en una época perfecta para donar y apoyar a quienes menos tienen. Es así, que lanzamos la campaña “El regalo más valioso”, una forma de compartir con la niñez la ilusión del futuro y de contribuir para que las niñas, niños y adolescentes más vulnerables, puedan avanzar hacia un futuro más prometedor.
Con El regalo Más Valioso, las personas participantes podrán transformar el 2025 de niñas y niños, dándoles la oportunidad de un futuro lleno de esperanza y posibilidades. La campaña permite que quienes desean donar puedan elegir de qué forma será invertida su donación entre las acciones y apoyos que realiza Save the Children en 22 estados de la República Mexicana, desde kits de alimentos, instalación de aulas temporales en nuestras respuestas humanitarias, atención psicológica para niñas y niños que lo necesiten, materiales educativos, talleres de educación y emprendimiento, hasta fondos para agua limpia y puntos de hidratación.
De esta manera, cada donativo se convierte en una herramienta para garantizar el acceso a educación segura y de calidad, ofrecer atención médica y de nutrición adecuada, proteger a niñas y niños de situaciones de violencia y explotación, dar respuesta y ayuda humanitaria ante posibles emergencias, brindar herramientas y facilitar oportunidades para que ellas y ellos desarrollen sus capacidades y medios de vida.
Es momento de convertir los buenos deseos en acciones que den un futuro lleno de esperanza y posibilidades para las niñas, niños y adolescentes en nuestro país. Únete al movimiento y, en esta época de compartir, otorga “El regalo más valioso”.