Las personas no compran productos, compran resultados. Escribir de manera persuasiva no sólo requiere de saber la técnica de copywriting, es necesario conocer a profundidad a tu cliente ideal y tener súper claro qué es lo que deseas comunicarle, cuál es tu objetivo. Así sabrás cómo plantearle el resultado que ofreces. 

Es posible generar emociones con un texto, para ello debe estar escrito no con los conceptos que te gustan a ti, sino con los argumentos que provocarán que tu cliente potencial entienda el resultado que le ofreces para decidirse por tu marca. Tu cliente ideal no comprará un seguro de vida, comprará el resultado: la tranquilidad que le dará saber a su familia protegida. Recuerda, nadie compra un Ferrari sólo para transportarse o un Rolex sólo para ver la hora.

Escribir textos persuasivos es muy efectivo para lograr que compren tu marca, que reserven, bajen una aplicación o lo que sea que busques, y para conseguirlos, te sugiero que cuides los siguientes aspectos:

– No pierdas de vista que las personas no compran lo que necesitan, compran lo que quieren. No adquieren un sistema de dieta para perder peso, lo consiguen para recuperar su figura. 

– Ten claro lo que quieres decir y asegúrate de que sea un solo objetivo, uno, sólo uno. Más de una idea confundirán a tu lector.

– Usa las palabras necesarias, no más, no menos. Si puedes tachar una palabra y no cambia el significado de la oración, hazlo. 

– Los párrafos de tres líneas y las oraciones cortas, logran una mejor comprensión.

– Conserva la idea simple. Escribe tal y como le hablarías a un cliente potencial si lo tuvieras frente a ti. Si no puedes expresar una idea con fluidez, no podrás escribirla con claridad. 

Así como no puedes expresar verbalmente dos ideas a la vez, tampoco trates de escribirlas. El poder de la palabra es tal, que bien utilizada, te permite conseguir que las personas elijan tu resultado y no el de la competencia.

Gracias por leer. 

Hasta el próximo miércoles.