Por: Joel Gómez
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La “Unión Internacional de Telecomunicaciones” (UIT, agencia de Naciones Unidas) esta celebrando en Dubai del 3 al 14 de diciembre la “Conferencia Mundial de las Telecomunicaciones Internacionales”. Esta conferencia revisará el actual Reglamento de las Telecomunicaciones Internaciones (RTI), que sirve como tratado mundial vinculante destinado a facilitar la interconexión e interoperabilidad de los servicios de información y comunicación, así como a garantizar su eficiencia y su utilidad y disponibilidad generalizada para el público.
Varios países, entre ellos Rusia, China e India, han presentado propuestas para regular los aspectos de Internet, tales como “delitos” y “seguridad” que actualmente no se encuentran regulados a nivel mundial debido a la falta de consenso internacional sobre lo que esos términos significan realmente, o sobre cómo equilibrar la aplicación de la ley con la protección de los derechos ciudadanos. Otras propuestas se centran en cambios sobre quién se encarga de la coordinación técnica y el establecimiento de normas (estándares) que permitan a todos los dispositivos, redes y software a través de Internet para comunicarse y conectarse con otros. La mayor parte de las funciones de coordinación técnica están actualmente a cargo de un selecto grupo de instituciones cuyas puertas están abiertas a todas las partes interesadas en el futuro de Internet: ingenieros, activistas, personas no afiliadas y representantes empresariales y gubernamentales.
De acuerdo con el Centro para la Democracia y la Tecnología, esta propuesta de control sobre internet tiene por objetivos, entre otros, los siguientes:
• Imponer un engorroso y costoso modelo de interconexión en Internet, substituyendo la práctica actual “libre de pagos” (donde diferentes operadores de redes intercambian tráfico a través de la red global de Internet sin intercambiar pagos). La propuesta también tiene por objeto aumentar el papel de los gobiernos en la regulación de la interconexión internacional, un cambio significativo del sistema simple y funcional que ha apoyado a la interconexión generalizada entre redes.
• Dramáticamente cambiar los fundamentos de la Internet mediante el aumento de la gama de entidades que estarían sujetas al tratado (y por lo tanto sujeto al modelo de interconexión mencionado anteriormente). Esto se lograría a través de cambiar la definición de “empresas operadoras reconocidas” (una categoría limitada de los operadores de telecomunicaciones con licencia) a la de carácter más general “empresas operadoras”, que podrían incluir entidades que, por ejemplo, proporcionan contenidos y servicios adicionales.
• Establecer una Internet de dos niveles al ordenar de extremo a extremo las capacidades de Calidad de Servicio, además de los “mejores esfuerzos” en la entrega de tráfico, requiriendo a los operadores de red a adoptar un modelo de “pago por prioridad”. Esto socavaría el principio de neutralidad de Internet, que cuenta con el apoyo de muchas partes interesadas, incluidos los gobiernos.
Foreign Policy afirma que algunas otras propuestas de la UIT transferirían algunos de los roles de las organizaciones que actualmente ejercen un control técnico sobre internet (ICANN y la IETF) a la propia UIT, que – debido a que principalmente sirve a los intereses de los estados miembros de la ONU y excluye a otros grupos de interés en sus procesos de decisión – lo que refleja una tendencia hacia la centralización, la burocracia, la previsibilidad y el control. Esto inevitablemente corroerá -si no es que destruirá- la apertura de Internet y sus cualidades libres de permisos, que han hecho de Internet una potente plataforma para la innovación y el empoderamiento.
Esta lucha por el control de Internet promovida por China, Rusia y la India, con el respaldo de las Naciones Unidas, sin duda puede tener por objetivo oculto el quitarle a los Estados Unidos la aparente influencia que ejerce sobre Internet, pues ICANN (Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números) es una organización sin fines de lucro con sede en California, creada el 18 de septiembre de 1998 con objeto de encargarse de ciertas tareas básicas relacionadas con Internet, realizadas con anterioridad por otras organizaciones a petición del gobierno de los Estados Unidos.
Muchas empresas multinacionales, organizaciones no gubernamentales y gobiernos de distintos países del mundo se han opuesto ya a esta propuesta, y han llamado a la comunidad de internet a “boicotear” esta reunión mundial que se está celebrando en los Emiratos Árabes Unidos. En lo personal estoy de acuerdo con esta postura, el control técnico, los estándares y la infraestructura básica de Internet deben estar ajenos a intereses, control y presiones de gobierno y de los gigantes de las telecomunicaciones.