Luego de pasar casi toda su vida en cautiverio y haber tenido relación con la muerte de tres personas, murió la orca Tilikum, protagonista del documental Blackfish que acabó con el modelo de negocios de SeaWorld.
El primer parque SeaWorld se inauguró en 1964 y durante décadas fue un gran atractivo turístico en sus distintas locaciones. Ir a SeaWorld era como ir a Disney, el show de las orcas era un gran atractivo para los niños de la generación X. Pero hoy los más jóvenes tienen una idea diferente sobre los animales en cautiverio.
SeaWorld, al igual que los circos, se convirtió en sinónimo de maltrato animal y la marca vive una grave caída. En los últimos cinco años ha perdido el 43 por ciento de su valor en el mercado.
Gran parte de la espiral de fracaso que vive SeaWorld se debe a un documental llamado Blackfish, de CNN Films y disponible en Netflix. Cuenta la historia de Tilikim, una de las orcas de SeaWorld que estuvo involucrada en la muerte de tres personas.
Blackfish también es una dura crítica al sistema de captura, reproducción y mantenimiento de las ballenas asesinas en cautiverio. Cuando el documental se volvió popular las compañías Virgin America, Southwest Airlines, Taco Bell y otras, rompieron relaciones con SeaWorld.
Blackfish ha sido un problema de imagen para SeaWorld y la empresa anunció que dejará de reproducir ballenas en sus parques.
Este viernes, la compañía anunció que Tilikum murió a los 36 años de edad. La orca fue capturada en Islandia cuando tenía dos y desde entonces vivió en un estanque. En marzo pasado SeaWorld dijo que Tilikum estaba enfermo y no respondía a los tratamientos.
We’re saddened to announce the passing of Tilikum, a beloved member of the SeaWorld family for 25 years. https://t.co/T7Y3fTgecp pic.twitter.com/vLfpi5szCc
— SeaWorld (@SeaWorld) January 6, 2017
Además de aparecer en Blackfish, Tilikum también era un emblema para las organizaciones que luchan en contra del maltrato y la esclavitud animal.
BREAKING: After 33 years in captivity, Tilikum—who was the subject of #Blackfish—is dead. #RIPTilikum pic.twitter.com/Duj9KOEJbo
— PETA (@peta) January 6, 2017
El caso de Tilikum y SeaWorld es uno de los ejemplos más claros de cómo cambian las perspectivas en torno a cosas que antes se consideraban normales en el mercado. Al igual que los circos, los parques de animales acuáticos parecen tener sus días contados. Al mismo tiempo cada vez son más las voces que se manifiestan en contra de la existencia de los zoológicos por considerarlos prisiones para los animales.