Montevideo, Uruguay.- Falleció este lunes, a la edad de 74 años, el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano. Este es un pequeño resumen de 10 de sus frases que quedaron en la historia.
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El afamado escritor uruguayo Eduardo Galeano falleció este lunes a los 74 aƱos. Fue el autor de La venas abiertas de AmĆ©rica Latina y serĆ” recordado siempre por su importante compromiso con la problemĆ”tica polĆtica y social de los paĆses del sur de AmĆ©rica. Ese libro, junto con Memoria del fuego, fue traducido a mĆ”s de 20 idiomas.
Todos los medios del mundo han comenzado a hacerle homenajes a este gran escritor latinoamericano que padecĆa cĆ”ncer de pulmón y habĆa sido operado en 2007.
El escritor habĆa dejado preparado un texto inĆ©dito que querĆa que se publicara despuĆ©s de su fallecimiento. La editorial Siglo XXI anunció que el texto probablemnte se pueda conseguir en mayo en EspaƱa, MĆ©xico y la Argentina.
Solidaridad vs Caridad
āA diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamĆ”s altera ni un poquito las relaciones de poderā.
Violencia
āLa violencia engendra violencia, como se sabe; pero tambiĆ©n engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectĆ”culo y la convierte en objeto de consumoā.
La guerra
āNo hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundoā.
Pobres
āPobres contra pobres, como de costumbre: la pobreza es una manta demasiado corta, y cada cual tira para su ladoā.
Miedo
āQuien no tiene miedo al hambre tiene miedo a la comida. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropelladosā.
De corazón
āQuien no se hace el vivo va muerto. EstĆ”s obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido. Tiempo del quĆ© me importa, el quĆ© le vas a hacer, el no te metĆ”s, el sĆ”lvese quien pueda. Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, la creación no sirve, el trabajo no vale. En el RĆo de la Plata, llamamos āboboā al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos āboboā por lo mucho que trabajaā.
El libro
āSi un libro se puede leer impunemente, no vale la pena tomarse el trabajo. Cuando los libros estĆ”n de veras vivos, respiran; y uno se los pone al oĆdo y les siente la respiración y sus palabras son contagiosas, peligrosamente, cariƱosamente contagiosasā.
De quƩ lado estƔs
āEl mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrĆ” cada quien de quĆ© lado quiere o puede estarā
Vida
āEl hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza: Si usted ama, tendrĆ” sida. Si fuma, tendrĆ” cĆ”ncer. Si respira, tendrĆ” contaminación. Si bebe, tendrĆ” accidentes. Si come, tendrĆ” colesterol. Si habla, tendrĆ” desempleo. Si camina, tendrĆ” violencia. Si piensa, tendrĆ” angustia. Si duda, tendrĆ” locura. Si siente, tendrĆ” soledadā.
Ansiedad
āQuien no estĆ” preso de la necesidad, estĆ” preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pĆ”nico de perder las cosas que tienenā.