Está claro que las marcas que compiten dentro de un mismo mercado buscan diversas formas para destacarse entre sus rivales, así en sectores como el tecnológico, particularmente en los smartphones donde compañías como Apple, Samsung y Moto buscan hacerlo mediante diseño, innovaciones y rendimiento de sus dispositivos.
Sin embargo, hay prácticas castigadas por las autoridades reguladoras en diversas partes del mundo en las que incurren muchas marcas con la finalidad de ganan o mantener presencia en el mercado, esto pese a que son acreedoras a multas millonarias.
El caso más reciente lo tenemos en Europa, donde las compañías japonesas Sony, Panasonic y Sanyo fueron multadas por un monto de 176,6 millones de dólares (166 millones de euros) por “manipular el mercado” de baterías recargables entre 2004 y 2007.
La Comisión Europea (CE) notificó este lunes que las tres empresas habían formado un consorcio o cártel con el fin de establecer acuerdos para coordinar los precios de estas piezas y evitar una competición agresiva en este mercado.
Según las autoridades, la colusión incluyó el intercambio de información sensible acerca de suministros de baterías recargables, acciones que infringen las leyes amntimonopolio establecidas por la legislación europea.
La sanción de las autoridades llegó tras una deliberación e investigación originada por una cuarta copañía invloucrada. Se trata de Samsung, pero la surcoreana se libró de la multa por haber denunciado los hechos.
Esta situación fue muy similar en el sector automotriz en la que la CE impuso una multa histórica de 2 mil 930 millones de euros a Volvo/Renault, DAF Trucks, e Iveco por ponerse de acuerdo en los precios y formar un “cartel” para trabajar de manera conjunta en la manipulación de los costos relacionados con tecnología de reducción de emisiones.
En este caso, fue MAN, parte de Grupo Volkswagen la que reveló el acuerdo por lo que también se exentó de la multa.