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Facebook tendrá que pagar cinco mil millones de dólares al gobierno de Estados Unidos y la cifra representa el 9 por ciento de sus ingresos durante 2018.
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La multa endurece la relación entre Facebook y el gobierno estadounidense, que le ha pedido desista de su proyecto de lanzar una moneda encriptada.
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Facebook es una red social líder en el mundo por el número de usuarios con los que cuenta y la cantidad de acciones que permiten realizar actividades de marketing.
Una multa impuesta por parte del gobierno de Estados Unidos a Facebook, ha marcado un récord y abre el espacio en la relación corporativa que hemos visto entre la iniciativa privada y el gobierno, tal como ocurrió con Huawei, que enfrentó un episodio de terror luego de que Donald Trump la vetó y de que ha declarado publicamente su aversión contra criptomonedas.
I am not a fan of Bitcoin and other Cryptocurrencies, which are not money, and whose value is highly volatile and based on thin air. Unregulated Crypto Assets can facilitate unlawful behavior, including drug trade and other illegal activity….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de julio de 2019
Facebook se ha hecho acreedora a una multa de cinco mil millones de dólares, que la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos aprobó y que corresponde al escándalo protagonizado porCambridge Analytica, donde se dio a conocer que la firma tuvo acceso a información de los usuarios de esta red, para manipularlos.
El incidente ha sido reportado por The Wall Street Journal y comprueba que el gobierno estadounidense no se tienta el corazón cuando se lanza en contra de las compañías tecnológicas y hasta cierto grado es una medida lógica, si consideramos que estas empresas concentran una riqueza multimillonaria y logran una influencia en los consumidores inaudita.
Con Huawei, el caso de cómo el gobierno determinó el rumbo que tuvo que tomar una compañía de este tipo, nos enseñó lecciones como la innovación con que obligó a la compañía a desarrollar su propio sistema operativo.
Dicho esto, queda cada vez más claro la necesaria adopción de acciones empresariales, que permitan a las empresas convertirse en un referente dentro del mercado, para lograr a través de ello nuevas acciones que determinen el rumbo que habrá de asumir el resto de marcas.