Por Manuel Mandujano
Los 23.7 millones que nos enlazamos a internet en México somos el mercado Web mexicano de consumidores potenciales, perfectamente segmentado. Aún más en el aspecto del multimercado porque pertenecemos a múltiples segmentaciones, consecuencia de nuestro perfil diverso. Así, somos el mercado grande para bienes de consumo masivo y el target de productos para adultos si tenemos 18 años o más y, en ese caso, sumamos 16.2 millones (68 por ciento del total) de quienes en algún futuro consumirán.
Estamos en el mercado objetivo para bienes y servicios o para hombres o para mujeres, y nos dividimos en más o menos 12 millones y 12 millones, respectivamente; también en la sección para implementos y servicios agropecuarios si tenemos más de 13 años y vivimos en zonas no urbanas; en tal caso, nos segmentamos en 1.1 millones (5 por ciento).
Además participamos en el mercado urbano si somos mayores de 13 años y vivimos en ciudades; y en tal caso somos 19.9 millones (84 por ciento), con poder de compra si pertenecemos a los niveles socioeconómicos denominados ABC y C+, y nos segmentamos en 14 millones (o 59 por ciento del total).
Si estamos bancarizados, formamos el mercado web financiero de consumidores posibles de los servicios bancarios, tanto como 10.4 millones (44 por ciento). En ese rubro, somos un mercado en formación porque sólo 1.62 millones (7 por ciento del total) pagamos por cubrir algunos de nuestros requerimientos financieros, que no otra cosa es “hacer banca por internet”. Esos millones equivalen a 15.6 por ciento de los internautas bancarizados (dato de TGI Kantar México 2007 wave I, II + III para Amipci).
Seguramente, los restantes 8.8 millones bancarizados estamos a la espera de óptimos productos y servicios, más allá de realizar lo que es normal hasta ahora: consulta de saldos, pago de servicios, transferencias, pago de tarjetas de crédito, recarga de celulares y pago de impuestos. Mejores productos y servicios que, a decir verdad, no necesariamente deben ser originados por los proveedores tradicionales, los bancos e instituciones financieras.
Esa y las segmentaciones reseñadas, algunas entre las posibles, son la oportunidad de negocio en espera de los emprendedores web o de las innovadoras empresas tradicionales. Quien entienda segmentos y focalice sus necesidades ganará esos mercados web. Es hora de echar a volar la imaginación.
La Red se hizo mercado
Internet inició como un lugar de venta con el e-commerce. Al paso del tiempo, y por la difusión y madurez del medio que se hizo más interactivo, la red creó un ambiente en el que oferentes (productores y vendedores) y demandantes (consumidores) de un determinado bien o servicio, entran en relación comercial a fin de realizar transacciones.
Internet se hizo entonces mercado y los “usuarios” nos convertimos en empresarios y en consumidores. El mercado en Internet lo formamos todos en el momento que nos enlazamos para dar salida a nuestros intereses. Somos consumidores de información también. Por eso, llegó el fin de los “internautas” y de los “usuarios”.
Datos numéricos obtenidos del Estudio AMIPICI de nuevas tecnologías de internet en México, realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPICI)
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