Al cliente lo que pida, así se puede resumir la estrategia de Ikea con su nueva línea de muebles “hackeables”. Y es que la compañía, con presencia en Europa, Asia y América, atendió al llamado de los consumidores.
Desde hace tiempo los clientes impulsaron la tendencia de crear infinidad de muebles personalizados con las piezas de los productos de Ikea.
Ahora, la compañía lanzó DELAKTIG, que permite a los consumidores, una unidad básica que puede utilizarse como la estructura de un sofá o el somier de una cama, hecha de aluminio con un 40 por ciento de material reciclado.
Con ello, cubre la necesidad de miles de consumidores que crean sus productos personalizados, adaptándolas a sus necesidades de espacio y confort.
La firma reconoce que para “hackear” sus muebles los consumidores requirieron de mucha creatividad, por lo que unió a su nueva línea a los estudiantes del Royal College of Art de Londres, para explorar el potencial de DELAKTIG; mientras tanto, los clientes serán quienes den la muestra de lo que se puede lograr con su producto recién lanzado.
Este caso destaca por la detección de la marca de la necesidad de sus consumidores de personalizar sus productos. Esto podría impulsar a la compañía, luego de que el año pasado un mueble de la marca provocó la muerte de al menos seis niños durante años recientes.
Recordemos que el fabricante sueco cerró el acuerdo con el despacho Fieldman Sheperd, que además incluye dos donaciones a instituciones infantiles por 100 mil dólares.
Otro caso similar es el de la marca Lego, lanzó un programa de código abierto, gratuito, y disponible para Windows y Mac, que permite diseñar y construir con piezas virtuales.
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