Hace diez años el costo de un espacio de 30 segundos en el Super Bowl era de 2.7 millones de dólares, según datos de Nielsen, CBS y Fortune, en la actualidad, el precio por un comercial en este evento es de 5 millones de dólares.
Sin embargo, el reto está no sólo en poder pagar esa cantidad sino en destacar entre las creativas marcas que aparecerán. Doritos y Mountain Dew definitivamente brillan entre los spots destinados a aparecer en el Super Bowl de este año.
Su apuesta de colocar a duelo a Morgan Freeman y Peter Dinklage, a las leyendas del hip-hop Missy Elliot y Busta Rhymes e integrar alusiones al hielo y fuego, son ganadoras.
Se trata de una batalla de rap sincronizada con la voz de Dinklage en “Look at Me Now” de Rhymes y la versión de Freeman de Missy Elliott, “Get Ur Freak On”.
En él, logran complementar los temas, los personajes y los productos como una mezcla ganadora para saciar la sed y bajar la “calentura” que provocan los picosos Doritos.
Las marcas habían adelantado que el anuncio no se centrará en los productos clásicos de Doritos o de Mountain Dew, sino que destacará dos innovaciones de productos PepsiCo: Mountain Dew Ice (una bebida de limón y lima) y Doritos Blaze (una versión con más picante, del chip clásico).