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Morena es uno de los partidos predominantes en este periodo electoral y una referente político que no tiene desperdicio.
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La capacidad creativa de las marcas ha estado detonada en gran parte por la oportunidad creativa que han encontrado los partidos.
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Hay una fuerte apuesta en consumo, que nos ayuda a entender la capacidad de las marcas por conquistar al consumidor.
Existen diversos elementos desde los cuales se entienden las campañas políticas que hemos estado viendo en este proceso electoral, donde partidos como Morena y otros han llamado la atención por la cantidad de activaciones de todo tipo que han llevado a cabo.
En medio de este esfuerzo, un elemento que no podemos perder de vista es el que nos advierte de la oportunidad que ha establecido en el mercado político la comunicación y la capacidad de ideas, solo que lamentablemente hemos visto pésimas activaciones y acciones por parte de los candidatos, que decepcionan por su ejecución y el mensaje que transmiten.
Ante estos desafíos, queda patente el tremendo error que deben de enfrentar las marcas, comprendiendo la capacidad que digital sigue estableciendo en el mercado y el poder que tiene una estrategia bien definida.
¿Una mala campaña?
Una supuesta campaña ejecutada por Morena, supuestamente pide a habitantes de Baja California Sur probar diversos “cereales” para saber a qué saben los mismos de siempre.
El primer cereal es una imitación de Choko Krispis ya que en la caja aparece un hombre con orejas de elefante. Este cereal lleva en nombre de PRILayOs y la persona que lo consume asegura que sabe viejo y rancio. Otra caja de PeRDeri’OS, imitación a los famosos aros de avena con miel, mientras que los PANFlakes, que es una burda imitación de las hojuelas de maíz del Tigre Toño con caja azul es considerada por el consumidor como un cereal con muchos “conservadores”.
No, no, no, no, no, no, no…
¡Ya por favor! ??♀️???pic.twitter.com/3b0TR7MsP5— Jannet López Ponce (@Jannet_LP) May 27, 2021
Tras la desastrosa cata de cereales, finalmente prueba el “cambio verdadero”, una caja de cereal llamada Profe Victorius, “está adicionado con esperanza, honestidad y capacidad para gobernar”.
Esta original acción se convierte en un importante referente con el que las marcas campañas política se han venido desempeñando y nos advierte de lo desafiante que ha sido aterrizar ideas con creatividad.
Ante estos retos, un elemento que se ha podido patentar es la capacidad de las marcas por innovar y lo más importante, desarrollar tareas que logran crecer su mensaje en lugar de estancarlo en críticas.
Campañas políticas, mensajes desacertados
Las malas campañas políticas han destacado por pésimos mensajes, como las menciones en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que en ocasiones como la registrada este jueves, asegurara que los críticos de la compra de una refinería debían de usar Vitacilina.
“Vitacilina, ya vamos a comprar también el laboratorio de Vitacilina, ¡Ah qué buena medicina! O sea, están muy molestos. Serénense, esto para los adversarios. No, no, no, es inversión extranjera en México”, sentenció en una de las peores referencias de marcas que ha hecho en su conocida conferencia matutina.
A detalle.