Durante la semana pasada, un estudio elaborado por el Grupo de Trabajo Amniental (EGW, por sus siglas en inglés) señaló que múltiples marcas reconocidas de cereal contienen un tipo de pesticida que es considerado como cancerígeno, por lo que se advirtió sobre su consumo.
El grupo especial de interés analizó alrededor de 45 productos hechos de avena y granola, para luego determinar que todos menos dos tenían rastros de glifosato, un herbicida que puede causar cáncer en animales y “probablemente” en humanos, según la Agencia Internacional para la Investigación el Cáncer.
Este agente es el ingrediente activo que se encuentra en el pesticida Roundup comercializado por Monsanto, empresa que hace poco fue encontrada culpable por causar con sus productos cáncer al jardinero de una escuela.
Por su parte, la firma indicó que la publicación del grupo EWG es una publicación engañosa; según la compañía, la reputación de la organización ha sido criticada y desacreditada por la comunidad científica, así como por agricultores y otros grupos relacionados.
No obstante, Monsanto reconoció que se pueden encontrar rastros de pesticidas en los alimentos, sin embargo, recalcó que los niveles que se encuentran en los productos no generan preocupación, pues las autoridades regulatorias tienen reglas estrictas cuando se trata de este tipo de residuos.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) establece límites diarios de exposición al menos 100 veces menores a los registrados para no tener efectos negativo en estudios de seguridad.
Las personas y organizaciones con perspectivas diferentes deben sin lugar a dudas ser parte de las discusiones sobre los alimentos así como de la agricultura refiere la compañía, no obstante señala que estos grupos activistas estigmatizan en lugar de contribuir con información útil y precisa a la conversación.
El cual da como resultado un miedo injustificado y confusión; sin embargo, se trata de dos puntos de vista sin el aval de una dependencia o instituto de renombre que valide la información aportada, por lo que en ambos casos, comprobar que lo que se dice es verdad o demostrar que lo que se habla de la marca es mentira requiere este tipo de comprobaciones.
En especial, en momentos en los que los consumidores se valen de más recursos al momento de tomar una decisión que va desde la fidelización hasta boicotear a un grupo, producto o servicio. De tal modo que para Monsanto, sus esfuerzos deben dirigirse a cambiar esta imagen que no es positiva ante los consumidores.