• De acuerdo con el presidente de Mondelēz México, la empresa lleva más de 90 años en el país cumpliendo con todas las normativas que se le exigen

• Se espera que a partir de octubre por completo en vigor la modificación a la NOM-051 que refuerza los requisitos para el etiquetado frontal

• La medida pide a las empresas colocar sellos cuando sus productos tengan un exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares o grasas saturadas

Desde que se presentaron las primeras iniciativas para reformar el etiquetado de alimentos en México, el tema se volvió muy controversial entre marcas, consumidores y autoridades. Varios grupos defendieron que se trata de un paso más en la dirección correcta para asegurar que las compañías con presencia en el país se hagan responsables de su impacto en salud. Pero hay muchos otros más que han dicho que no se trata de una solución mágica a estos problemas.

Parte de este último grupo es la compañía Mondelēz. En una entrevista con El Universal, el presidente de esta compañía en México, Oriol Bonaclocha, rechazó el nuevo etiquetado de comida como la solución a la obesidad. Apuntó que, para combatir la diabetes y otro tipo de padecimientos nutricionales dentro de la República, es necesario un enfoque multifactorial. Lo anterior, porque también sus raíces no se centran únicamente en el empaque de los alimentos.

El presidente de Mondelēz reafirmó que es necesario reforzar la estrategia de educación para la nutrición en las escuelas. Asimismo, dijo que es crucial continuar con los esfuerzos donde se fomente el ejercicio entre la población. Si bien dijo que todos los consumidores deben tener la información completa sobre lo que consumen, rechazó que el etiquetado fuera a solucionar la obesidad en México. A la vez, apuntó que la marca está lista para seguir estas normativas.

Obesidad vs etiquetado: Una batalla incompleta

Como ya se mencionó, esta nueva regulación para el sector de alimentos ha atraído reflectores a lo largo de varios meses, por varias razones. No solo podría ser el responsable de la nueva presentación de Herdez en México. Asimismo ha generado cambios radicales en la forma que marcas como Totis y Pepsi diseñan sus empaques. Además, igual que Mondelēz, empresas del tamaño de Bimbo ya se pronunciaron en contra del etiquetado y las metas que persigue.

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Hay que reconocer que, probablemente, ninguna empresa de alimentos quiere una audiencia poco sana. Así pues, tiene sentido que las marcas como Mondelēz y Bimbo estén a bordo del objetivo general de crear mejores hábitos de salud entre la población de México. Al mismo tiempo, estas empresas tienen la razón al criticar el nuevo etiquetado frontal. Si bien no es la única medida contra la obesidad, sí ha sido pintada como la solución definitiva al problema.

Como lo sugieren las marcas que se oponen al etiquetado, no basta con informar al público. Se requiere una estrategia de educación nutricional mucho más profunda para realmente crear un cambio positivo en los hábitos. Pero también se debe de reconocer que oponerse a esta medida no es útil. Cierto, no es suficiente. Sin embargo, sí es un primer paso. Y tal vez estas compañías deberían cooperar con autoridades para refinar los otros elementos del problema.

Trabajando por mejores condiciones de nutrición

El tema de la mala alimentación se ha vuelto más importante, no solo por la entrada de este nuevo etiquetado sino por la misma crisis sanitaria. No solo han surgido nuevas marcas que están centradas por completo en el tema de nutrición. En otras partes del mundo, se buscan ya estrategias para lograr que los más jóvenes tengan mejores hábitos al comer. Y en México, agentes desde la Profeco hasta AMLO han opinado personalmente sobre este caso particular.

Con este contexto, varios expertos se han dedicado a ver el efecto que un buen etiquetado puede tener en la nutrición. Los resultados son interesantes. Según Food Navigator, en efecto una señalización más clara ayuda a reducir la ingesta excesiva de ciertos elementos. Stat dice que también parece motivar, ligeramente, a las empresas a cambiar la fórmula de muchos de sus productos. Sin embargo, estudios reafirman que la evidencia muchas veces es conflictiva.