Nos encontramos en la era de la digitalización y los influencers, personas que se supone cuentan con un impacto considerable en redes sociales.
Uno de los requisitos para que alguien sea considerado influencer, además del número de seguidores, es que tenga amplio conocimiento sobre algún tema; lamentablemente esta condición se ha desvanecido; hoy con que una persona tenga más de 20 mil seguidores orgánicos, es considerada un influencer, muchas veces sin importar el tipo de contenido que comparte. Un influenciador se puede definir como alguien a quien las personas escuchan, sus seguidores creen lo que dice. Es lo que por muchos años conocimos como un líder de opinión, pero ahora llevado de manera un tanto empírica en el mundo digital.
Según un estudio realizado por Google, el 70 por ciento de los suscriptores adolescentes de YouTube consideran a los YouTubers o influencers más importantes en sus vidas que a los famosos tradicionales.
Las marcas han evolucionado y experimentado cambios interesantes con la aparición de los influencers; hay algunas que no ponen demasiada atención en que una persona cumpla con el requisito de los 20 mil, con que tenga los mismos valores de la empresa y sus seguidores sean clientes o clientes potenciales, para la empresa es suficiente para integrar a esa persona en su estrategia y presupuesto de marketing digital con el objetivo de incrementar el impacto social de la marca.
Los influencers colaboran no sólo para las empresas y marcas, incluso algunos partidos políticos han recurrido a ellos para que se conviertan en embajadores de su campaña; acompañan a los candidatos a eventos y hacen público su apoyo en redes sociales.
La realidad es que, en todos los sectores, entre ellos la Industria de Reuniones, los influencers siguen cobrando fuerza. Hay marcas que lo han sabido aprovechar muy bien, pero como todo, esta estrategia también tiene riesgos, como caer en manos de uno de los tantos falsos influenciadores que compran miles de seguidores para hacer que a las marcas “les brillen los ojos” y finalmente se llevan la sorpresa de que en realidad no tienen ningún impacto social o que no cumplen con lo que prometen a las marcas y a sus audiencias. Por otro lado, hay influencers que se aprovechan de su fama para obtener algún tipo de apoyo que, en realidad, nadie sabe si realmente se utiliza para el fin que promueven.
Varios expertos creen que en 2019 el Influencer Marketing va a ser un boom y que, si las empresas desean mejorar su presencia digital y ver resultados a través de esta, deben de apoyarse en un influencer.
La Industria de Reuniones definitivamente se ve beneficiada cuando una de estas personas seguidas por miles habla bien de un evento o anuncia que participará en él. El simple hecho de que haga público que estará presente, hace que el número de interesados y de asistentes incremente considerablemente. Es cierto que es una estrategia poco explotada en el sector, sin embargo, poco a poco son más las marcas que recurren a los influenciadores para promover las reuniones que llevan a cabo.
Lo importante es tener un objetivo del rol y los mensajes específicos que tiene que transmitir el o los influencers y que sean parte de una campaña de comunicación, mercadotecnia y relaciones públicas muy bien dirigida y liderada. Me es difícil aseverar que los influencers “llegaron para quedarse” lo cierto es que, con una buena estrategia, apoyada en un personaje que tenga la misma filosofía, honestidad, lealtad, profesionalismo y pasión por lo que hace, puede contribuir a obtener grandes resultados.