El número de videos a los que una persona está expuesta diariamente depende de varios factores como el entorno, el uso de dispositivos electrónicos, las plataformas digitales y los hábitos individuales.
Si hablamos de redes sociales como TikTok, Instagram, YouTube, o Facebook, el algoritmo puede mostrar cientos de videos en pocos minutos. Según un estudio reciente, una persona promedio puede estar expuesta a 300-500 videos al día solo en estas plataformas.
En el caso de la publicidad, en entornos urbanos y digitales, la exposición a anuncios en video (YouTube, televisión, banners) puede sumar 30-50 contenidos adicionales. Aunque claro, la cantidad que realmente consume alguien es menor porque no todos los videos captan la atención.
Estudios indican que el tiempo promedio de atención a un video corto es de 8-12 segundos, mientras que los videos largos (de más de 10 minutos) se consumen con más atención si resultan de interés.
En resumen, el estimado de exposición total diario es de entre 400-600 videos y realmente vistos solo 40-70 videos, dependiendo del tiempo disponible y el interés en el contenido. El impacto del diseño algorítmico, los intereses personales y el contexto cultural también influyen en estas cifras.
El vídeo representa el 82 por ciento de todo el tráfico de Internet, entonces: ¿Cómo lograr trascender entre esa densa y saturada jungla visual? Estas son algunas de las consideraciones que hay que observar si queremos salir airosos.
Existen algunas reglas estrictas para hacer un video de marca exitoso: el formato corto (90 segundos) sigue siendo el rey; grabar el master de manera que se pueda editar para formatos sociales; la presencia de la marca debe ser discreta; solo tienes tres segundos antes de que alguien se desplace; si parece un anuncio, resultará difícil colocarlo. Comparte una historia.
Hay que diseñarlo de acuerdo a cada plataforma. Instagram y TikTok prefieren contenido breve y cautivador que dure menos de 60 segundos, mientras que LinkedIn, X y Facebook permiten hasta dos minutos. YouTube acepta videos más largos y profundos. Si estás comunicando el mismo mensaje a través de diferentes plataformas, los videos deben verse igualmente diferentes.
Parecería obvio decirlo, pero hay que pensar sobre todo en la audiencia. El mejor contenido de video de relaciones públicas se basa en una comprensión profunda de a quién se intenta llegar.
Cada video debe adaptarse para alinearse con los intereses y preferencias de la audiencia; nunca se trata de un enfoque único para todos.
El mundo de las relaciones públicas en vídeo es dinámico y en constante evolución. Para encontrar el camino correcto se necesita un análisis minucioso. Una marca puede prosperar gracias a la promoción de un influencer en TikTok. O un caso de estudio puede cobrar vida en un vídeo colocado en los medios. Por otro lado, una empresa puede generar respeto a través de una presentación en LinkedIn para consolidar su autoridad.
En última instancia, el valor de las relaciones públicas reside en traducir el mensaje del cliente e identificar al público objetivo. Cada vídeo debe maximizar la exposición y aumentar los niveles de interacción. No somos solo creadores de contenido; debemos ser guías estratégicos al mismo tiempo.
Para conseguir engagement, es fundamental generar confianza, y para ello, el público prefiere ver un rostro en la pantalla. La narración de historias con temas como el ESG es una prioridad, pero requiere que los líderes empresariales hablen con autenticidad sobre los asuntos que están en la agenda pública.
El desafío es crear un impacto, incluso con el tema más árido. A veces, el video más simple puede ser el más efectivo, solo hay que hacerlo correctamente. Ser atrevido, sin agobiar a los usuarios.
Las relaciones públicas proporcionan un profundo entendimiento de las audiencias y las tendencias del mercado, lo que permite crear mensajes estratégicos y relevantes. A través de investigaciones y análisis, identifican los temas, formatos y canales más efectivos para conectar emocionalmente con las personas, fomentando conversaciones auténticas y alineadas con los valores de la marca. Además, potencian la visibilidad al gestionar colaboraciones con medios, influencers y líderes de opinión, asegurando que lleguen de manera impactante y oportuna al público objetivo.