Para diversos expertos y analistas en distintas generaciones de personas, los Millennials (aquellos nacidos entre 1982 y el año 2000) y la generación Z (nacidos después del 2000) no existen grandes similitudes, ya que los segundos, al ser por lo general hijos de Gen X y nietos de baby boomers, ya que su educación, actitud y forma de pensar es diferente a los primeros; debido a que nacieron con internet, teléfonos inteligentes, tablets y redes sociales.
Sin embargo, estos segmentos de la población comparten un un símil en cuanto a su perspectiva de trabajo, y es que a estas generaciones no les gusta laborar en una oficina, de acuerdo con un informe de la desarrolladora Microsip, las personas pertenecientes a esta generación les llama la atención el emprendedurismo.
Según el reporte anual Monitor Global de Emprendimiento en su ejercicio 2015/2016, el 79 por ciento de estos segmentos ha considerado emprender, sin embargo, 34 por ciento de ellos teme al fracaso.
Y es que los números acerca de este tipo de incursiones empresariales no son favorables, datos del Instituto del Fracaso indicaron que el 75 por ciento de los nuevos negocios cierran en México en un tiempo no mayor a dos años, debido a múltiples factores, entre ellos: la falta de finanzas fuertes, conocimiento del mercado, falta de objetivos, entre otros elementos.
Distintas empresas, organismos y dependencias han recomendado a este nuevo sector de negocios seguir una serie de pasos a fin de evitar que un número elevado de empresas fracase, desde conocer el entorno que los rodea, hasta preguntarse el por qué se decidió iniciar un proyecto.
Asimismo, otro punto importante es que se ha detectado que ambas generaciones no se vinculan con un proyecto a largo plazo debido a que no son tolerantes a la frustración; aunado a ello, aún cuando en un entorno de redes sociales, las relaciones personales físicas no son completamente manejables para estos segmentos de la población por lo que trabajar en equipo también representa un desafío al momento de emprender una idea.
En México, la actividad emprendedora repuntó de 14.8 a 19 por ciento en su etapa inicial, de acuerdo con The Global Entrepreneurship Monitor 2014 Global Report. A su vez, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señaló que las startups más longevas son aquellas destinadas al sector manufacturero con un promedio de vida de 9.5 años, seguido del sector servicios privados no financieros con 8.8 años y comercio con 6.6 años de vida.