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Tres de cada 10 jóvenes de la Generación Z buscan ahorrar lo suficiente cada mes para tener un mejor futuro financiero
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A pesar de sus hábitos financieros digitales, apenas una tercera parte de los millennials hacen compras usando su teléfono celular
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Se considera como Baby Boomers a los consumidores nacidos entre 1946 y 1960, que actualmente están entre los 74 y 60 años
Mucho se ha hablado sobre las diferencias entre los diferentes consumidores según su edad. Los Millennials no son muy hábiles, los Baby Boomers tienen un poder de compra al que no todas las marcas le apuestan, y la Generación Z está metida siempre en redes sociales. Sin embargo, hay un aspecto de su comportamiento que no suele mirarse: sus hábitos financieros.
Tener un profundo conocimiento de estas tendencias es clave para el éxito de un negocio. De acuerdo con Medialogic, solo conocer los hábitos financieros del consumidor en la forma de hacer transacciones podría permitir aumentar la frecuencia de las ventas. En este sentido, Ualá México hizo un análisis de los datos más cruciales que deben conocerse de cada generación:
Baby Boomers: Hábitos financieros muy ligados al canal offline
Se debe de admitir que no son solo los jóvenes los que han empezado a enamorarse de los medios de pago y compras digitales. Sin embargo, es más difícil que esta generación esté muy abierta a las transacciones online. Sus hábitos financieros se centran mucho en torno a los puntos físicos. Esto, porque les dan seguridad y no todos han sido expuestos a la tecnología.
Cabe destacar que el 60 por ciento de los Boomers tienen un smartphone que podrían usar para operaciones digitales. Sin embargo, les da más confianza llevar sus hábitos financieros en offline por la certeza que les genera sentir y ver el dinero físico. También tienden a ser un poco más ahorradores que las generaciones más jóvenes, pues aún desean asegurar su futuro.
Generación X: Un gasto más intenso, pero todavía cuidadoso
Si los Boomers son ahorradores, planean el futuro y desconfían de los servicios digitales, los Gen Xers tienen hábitos financieros un poco más libres. Entre sus gastos principales están las salidas a comer, las vacaciones y los artículos de marca. Asimismo están más abiertos al uso de herramientas, productos y servicios de seguros, desde coberturas de vida hasta de coches.
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Esto último indica que, aún si su consumo es un poco más activo que el de sus predecesores, los Gen Xers aún son muy precavidos en sus hábitos financieros. También piensan y planean su retiro con mucha más anticipación que los consumidores más jóvenes. 46 por ciento tiende a cuidar sus gastos, en gran parte porque muchos tienen ya un alto nivel de endeudamiento.
Millennials: Pioneros en hábitos financieros digitales
Como la primera generación que nació en un periodo de evolución tecnológica, estos jóvenes centran sus hábitos financieros en el entorno online. Sin embargo, aún tienen un uso frecuente de servicios y herramientas tradicionales. Cabe destacar además que sus expectativas son muy altas en lo que se refiere a experiencias y atención al cliente, no importa cuál canal sea.
Por un lado odian hacer filas en establecimientos físicos, lo que les lleva a usar apps y otras plataformas digitales. Pero sus hábitos financieros online también los hacen intolerantes a las fallas tecnológicas. Cabe destacar que su consumo se enfoca en las necesidades inmediatas y de corto plazo, así como en experiencias. No suelen planificar mucho su futuro a largo plazo.
Generación Z: Un cambio positivo y responsable
Aún más que los Millennials, estos jóvenes son realmente una generación nativa digital. Esto significa que sus hábitos financieros están firmemente centrados en el entorno online. Debido a su conexión nativa con el internet, tienden a tener una concepción distinta sobre el dinero y la forma en la que quieren ejecutar su gasto. Ello afecta cómo suelen interactuar con negocios.
Las finanzas personales y los hábitos financieros les interesan desde edad temprana. No solo eso, sino que ven en la planificación de gastos y ahorros una herramienta de empoderamiento a futuro. Asimismo, la satisfacción personal pasa a segundo plano al momento de consumir. Es más importante para ellos comportarse de forma mucho más responsable y sustentable.