El Buen Fin ha traído consigo una ola de oportunidades para que los consumidores mexicanos adquieran productos a precios reducidos. Sin embargo, para los millennials, este evento también ha suscitado un aire de escepticismo y desconfianza. Un estudio realizado por Judith Cavazos-Arroyo de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) arroja luz sobre esta cuestión.
Según la investigación, los millenials desconfían de la publicidad de El Buen Fin, mantienen una percepción de deshonestidad en los anuncios. Estos jóvenes, nacidos entre 1981 y 1996, son una demografía que ha demostrado ser astuta y muy crítica respecto a las estrategias de marketing.
El estudio, que se basa en varias entrevistas con millennials de la Ciudad de México, reveló que el escepticismo hacia la publicidad del Buen Fin se correlaciona con la percepción de engaño, lo que influye en la intención de compra. Los millennials, equipados con la tecnología y la conectividad para contrastar información, buscan autenticidad y transparencia, características que, cuando se ven comprometidas, afectan directamente la eficacia de la publicidad.
El Buen Fin, inspirado en el Black Friday estadounidense, está plagado de promociones y descuentos. Pero la comunicación comercial engañosa hace que los jóvenes recurran a sus dispositivos móviles e internet para validar las ofertas y descuentos, demostrando una habilidad innata para filtrar mensajes comerciales y identificar estrategias de marketing engañosas.
Desafío millenial para las marcas
De acuerdo con esta investigación, las empresas se enfrentan al desafío de reconstruir la confianza con esta generación. La credibilidad se ha identificado como un precursor crucial de la actitud positiva hacia los anuncios y marcas, y en este contexto, el estudio sugiere un camino claro: la autenticidad y la ética en la comunicación comercial son imperativas.
El aumento del escepticismo y la percepción de engaño en la publicidad no solo afecta a la intención de compra, sino que también resalta la necesidad de una revisión ética en las estrategias de marketing. En una era donde la información está al alcance de la mano, las marcas deben ser conscientes de que la transparencia no es una opción, sino una necesidad para enganchar a los consumidores informados y críticos.
La investigación de Judith Cavazos-Arroyo concluye que la percepción de los millennials sobre la publicidad durante el Buen Fin es un reflejo de una tendencia más amplia hacia la demanda de autenticidad.
Las empresas necesitan adaptarse y ofrecer comunicaciones comerciales claras, precisas y éticas, para resonar con una generación que valora la veracidad y la integridad. La recuperación de la confianza será un viaje, pero uno necesario para garantizar que las futuras ediciones del Buen Fin no solo sean un escaparate de ofertas y descuentos, sino también un reflejo de la ética y la autenticidad en la publicidad y el marketing.
La especialista señala que ante una generación de consumidores críticos, no solo se trata de vender, sino de construir relaciones duraderas basadas en la confianza y la credibilidad.
“Las empresas detallistas deben, en primer lugar, mantenerse fuera de cualquier comportamiento comercial y comunicacional falso y diseñar estrategias basadas especialmente en el refuerzo de la veracidad y la ética de sus propuestas comerciales, aprovechando la capacidad de la divulgación a través de sus diferentes medios de comunicación comercial”, concluye la investigadora de la UPAEP.
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