Gorvachov, el Ćŗltimo presidente de la UniĆ³n SoviĆ©tica y mĆ”ximo lĆder del politburĆ³ ruso, falleciĆ³ esta semana a la edad de noventa y un aƱos dejando admiraciĆ³n y respeto no solo en el mundo occidental, sino en el globo entero.
Lo anterior fue debido a su visiĆ³n para reformar el modelo polĆtico y econĆ³mico de su paĆs, algo por nosotros en aquellos aƱos ochentas, nunca antes imaginado. A MijaĆl, era fĆ”cil entenderlo, incluso leerlo polĆticamente hablando, pues no gustaba del secretismo que ahora recorre los pasillos del Kremlin.
En su juventud habĆa conocido de voz de su padre, las crueldades de la guerra y el rigor del comunismo y esto le habĆa marcado profundamente formĆ”ndose en Ć©l, la idea de reformar este modelo.
A William Taubman, su biĆ³grafo quien trabajĆ³ muy cerca del lĆder ruso para poder conformar las 800 pĆ”ginas de la obra que reseƱa diĆ”fanamente la vida y obra de MijaĆl, le solĆa decir: ĀØEs difĆcil entender a Gorbachov ĀØ– asĆ en tercera persona- como le gustaba hablar cuando se referĆa a Ć©l mismo.-
Para nosotros los habitantes de este lado del mundo, conocer las palabras GlĆ”snost y Perestroika, provenientes del cerrado paĆs comunista era toda una novedad. Recuerdo que una gran firma zapatera mexicana de la Ć©poca ( ya no existe ahora), en el aƱo de 1991, tenĆa una colecciĆ³n que hacĆa referencia a esta tendencia polĆtica; filmĆ³ sus comerciales en la mismĆsima Plaza del Kremlin.
MijaĆl Gorvachov fue un polĆtico clave para la historia del mundo, conviviĆ³ con Ronald Reagan y George Bush Senior, asĆ como Margaret Thatcher, la primer ministra inglesa conformando una coaliciĆ³n por la paz, el desarme nuclear y el comercio global.
Thatcher se referĆa a MijaĆl afirmado: ĀØMe gusta Gorvachov, podemos hacer cosas juntos.ĀØ
Reagan, de fama conservadora en USA, la secundaba diciendo: ĀØDescubrimos una amistad que fue un lazo entre nuestros pueblos.ĀØ
Las mencionadas alianzas y los resultados de las mismas eran observadas por los opositores internos a las reformas y posturas asĆ que Boris Yeltsin y en esos aƱos, un joven Vladimir Putin, se mantenĆan en espera de su oportunidad aƱorando el otrora imperio soviĆ©tico que Gorvachov habĆa transformado.
Por si esto fuera poco, en esos aƱos cayĆ³ el Muro de BerlĆn deshaciĆ©ndose el bloqueo propiciando que el mundo occidental tuviera grandes avances en pro de ideales democrĆ”ticos y de paz mismos que le valieron a Gorvachov obtener el Premio Nobel de la Paz en 1991.
Gorvachov, en sus seis aƱos al frente del poder ruso, pudo enterrar el modelo polĆtico anterior que a su juicio causĆ³ arbitrariedades y crueldad. SabĆa lo que el comunismo representaba y deseaba hacer una transiciĆ³n hacia un modelo socialdemĆ³crata que no alcanzĆ³ a ver.
Por todo lo anterior, Gorvachov se ganĆ³ su bien ganada fama de reformador siendo transparente y propositivo con sus aliados en la Casa Blanca y en Londres, algo que hoy el actual lĆder ruso no le perdonĆ³.
Nos encontraremos mƔs adelante.