Otrora poderoso jefe de gobierno de la Ciudad de México, la marca personal de Miguel Ángel Mancera parece haberse diluido tras una gestión en la que su popularidad descendió desde más del 60 por ciento de votos en su favor durante su elección como alcalde de la capital mexicana, en 2012, hasta niveles de aprobación  de sólo 34 por ciento al final de su gestión.

Sin embargo, Mancera llegará como senador a la próxima legislatura federal que arrancará actividades el 1 de septiembre, aunque no lo logró a través del voto directo de la gente, sino como resultado de la votación obtenida por el Partido Acción Nacional, que lo colocó en su lista de senadurías por la vía plurinominal.

De todos modos, la marca personal de este político se ha visto afectada al punto de que no pudo alcanzar la ansiada candidatura presidencial del partido que lo postuló como alcalde de la CDMX, el Partido de la Revolución Democrática, PRD. La nominación la obtuvo Ricardo Anaya Cortés, quien obtuvo sólo el 22.2 por ciento de los sufragios a nivel federal.

La de Miguel Ángel Mancera ha sido la gestión como gobernante electo de la Ciudad de México más impopular al término de su gobierno. Según el sitio Nación 321, sólo logró un 34 por ciento de aprobación frente al 76 por ciento de Andrés Manuel López Obrador (2000-2005), 63 por ciento de Marcelo Ebrard (2006-2007) y 41 por ciento de Cuauhtémoc Cárdenas (1997-1999).

Son varias las razones que pudieron mermar en la popularidad de Mancera: desde recién iniciada su gestión tuvo que enfrentar crecientes niveles de inseguridad que, como reflejo de la situación del país, permearon en la Ciudad de México. Por años, el gobernante negó la presencia de cárteles de droga y el crimen organizado hasta que fue imposible ocultar que en regiones como Tepito o Tláhuac se daban batallas entre distintos grupos. El colofón fue la presencia de cuerpos desmembrados, en junio de 2018, en la avenida Insurgentes, quizás la más importante de la ciudad.

Los niveles de polución ambiental también se vieron incrementados durante su gestión y aunque se dice que ello depende de las condiciones meteorológicas más que de las acciones gubernamentales, la decisión del programa Doble hoy no circula restó simpatías entre los habitantes de la capital.

Pero quizás uno de los momentos más complicados se dio casi al final de su gestión, cuando el 19 de septiembre de 2017, un fuerte sismo sacudió a la Ciudad de México y derribó decenas de edificios y dejó a cientos de ellos en un estado inutilizable. Hoy, a más de nueve meses, muchas familias continúan durmiendo en campamentos al aire libre.

La marca personal del otrora poderoso y prometedor político mexicano se fue diluyendo a medida que avanzó su gobierno y no fue suficiente la instauración de la nueva Constitución de la Ciudad de México ni la agresiva campaña de marketing político que colocó a las siglas CDMX como una marca para apuntalar a la capital del país.

Sin embargo, no todo estaría perdido para este ciudadano mexicano, recordemos que en la política todos pueden revivir de su letargo y desde el Senado, Miguel Ángel Mancera puede encontrar una nueva vitrina que lo apuntale hacia un futuro prometedor… el tiempo y sus capacidades lo decidirán.