Por León Felipe Sánchez Ambía
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En varias ocasiones he tocado el tema de uso legal de software, uso de software libre como alternativa para estar dentro de la legalidad en tu empresa y sobre las prácticas que, a veces, tienen algunos representantes de la industria del software en México y que son, bajo cualquier óptica, reprobables. Pues resulta que en todos lados se cuecen habas. Esta vez la nota la da Microsoft Rusia al ser acusado de ayudar al gobierno de dicho país a “acosar”, si cabe el uso del término, a diferentes grupos de activistas opositores al régimen del Presidente Medvedev y el Primer Ministro Putin, utilizando la lucha contra la piratería como pretexto para confiscar equipos e información perteneciente a los disidentes.
La organización ambiental Baikal Wave, con sede en Irkutsk, fue víctima de un abuso de autoridad iniciado a partir de una denuncia respecto del supuesto uso de software ilegal en sus oficinas. La denuncia establecía que una persona había visto que en las máquinas de la organización se utilizaba software de Microsoft sin la licencia correspondiente. La denuncia se hizo el 27 de enero y la policía aseguró los equipos y documentación de la organización al día siguiente.Lo mismo ocurrió con los periódicos Novaya Gazeta y Samarskaya Gazeta.
La distorsión de un fin legítimo, como lo es la protección de los derechos de propiedad intelectual, para utilizarse como herramienta contra la ciudadanía, es algo que no se debe permitir. Ni en Rusia ni en ningún lado.
Cada día son más frecuentes los ejemplos de casos que se valen de un fin legítimo para cumplir un objetivo disfrazado. En algunos casos se ha utilizado la lucha en contra de la pornografía infantil como medio para proteger derechos de propiedad intelectual. En ambos casos, el principio es más que legítimo: lucha contra la piratería y lucha contra pornografía infantil. El fin escondido detrás del motivo inicial es el que puede no ser tan legítimo, dependiendo de las circunstancias bajo las que se de el caso.
Creo que nadie está en contra de que se protejan los derechos de propiedad intelectual y que se persiga a quien los infrinja. Lo que no se vale es utilizarlos como pretexto para vulnerar derechos fundamentales como la libertad de expresión, acceso a la información y la privacidad.
La tolerancia a la distorsión que se haga de un principio legítimo será lo que nos vuelva vulnerables ante una autoridad o una industria corrupta que, en muchos casos se encuentran en alianza a cambio de beneficios mutuos.
Condenemos lo que sucedió en Rusia para que no pase en México.
P.D. Si quieren lucir un bigote como el de su servidor, no batallen, vayan a Bigotizarse cortesía de José Cuervo.
Son las Leyes de Mercado
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