• A raíz de las noticias de esta alianza contra Nvidia, las acciones de la tecnológica se cayeron en casi dos por ciento en la bolsa

• Arm produce licencias de semiconductores que luego suministra a empresas de todo el mundo, sin realmente producir componentes

• Su infraestructura es utilizada por compañías como Amazon, Apple, Samsung y hasta Huawei

Hace unos años, era poco común que las grandes líderes del mercado de la tecnología se unieran para impulsar objetivos en conjunto. Hoy se trata de un fenómeno tan común que, de acuerdo con Bloomberg, se acaba de anunciar una especie de alianza entre Google, Microsoft y Qualcomm. Las tres marcas, junto con otras organizaciones del sector presentarán un frente común ante las autoridades de Estados Unidos (EEUU) para protestar una compra de Nvidia.

Específicamente, quieren cancelar el trato para la adquisición de Arm. La transacción, valuada en más de 40 mil millones de dólares (mdd), le daría a Nvidia control sobre múltiples licencias y software que usan compañías de todo el mundo. Las empresas temen que su rival podría usar la adquisición para limitar el acceso o incrementar los precios de las tecnologías de las que todas ellas dependen. La marca de semiconductores dice que no tiene incentivo para hacerlo.

La alianza de tecnológicas en contra de Nvidia no se reveló de forma pública. Las empresas que buscan detener la adquisición de Arm lo han hecho de forma privada ante los reguladores de EEUU. Es incierto exactamente qué tipo de acciones pedirán que tomen las autoridades. Sin embargo, fuentes de Bloomberg apuntan que al menos una de las empresas involucradas simplemente desea que las instituciones norteamericanas declinen directamente el trato.

¿Un trato destinado a fallar?

El caso de Nvidia ha atraído la atención de los principales agentes de la industria desde que se empezó a rumorar la compra de Arm en julio del año pasado. De acuerdo con Converge, esta adquisición podría poner a la empresa de semiconductores en el mismo nivel de juego que Intel. No solo eso, sino que permitiría a la tecnológica convertirse en un proveedor global de la tecnología base para los sistemas de Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), etc.

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Por eso muchos agentes creen que no hay forma que las autoridades le den el visto bueno a Nvidia para anexar Arm. No solo tiene que superar investigaciones en EEUU, Reino Unido, China y Europa. Es poco probable que obtenga el permiso de Occidente porque le daría a la tecnológica control sobre la infraestructura básica de los semiconductores que usa la mayor parte del mercado. En este sentido, es entendible que Google, Microsoft y Qualcomm teman.

Sin embargo, eso no es todo. De acuerdo con Nasdaq, el trato parece estar también destinado a fallar por el conflicto entre EEUU y China. El trato le daría a Nvidia, una empresa americana, control sobre una parte importante de los esfuerzos tecnológicos de Pekín. Algo que no será bien recibido por las autoridades asiáticas. Mucho menos después de todos los esfuerzos de Washington para arruinar las operaciones de Huawei y TikTok, dos grandes gigantes globales.

El (potencial) gigante Nvidia

También es importante decir que la compra de Arm ayudaría a que la empresa consolidara un año de victorias. Cierto, Nvidia empezó el 2020 cancelando eventos de lanzamiento, al igual que el resto de la industria. Sin embargo, su negocio de semiconductores se disparó tanto por el incremento del PC gaming durante la pandemia como por la mayor popularidad del trabajo a la distancia. Con el home office, sus componentes fueron más usados en los centros de datos.

También se ha ganado un nombre bastante sólido entre los consumidores finales, no solo entre sus clientes comerciales. No hay que olvidar que Nvidia logró posicionarse entre las principales tendencias de Twitter en septiembre pasado. Entonces, la compañía presentó sus nuevas GPU para PC gaming. El hardware probó ser tan potente, que dejó prácticamente humillados a Xbox y PlayStation y sus consolas de nueva generación, a ojos de los usuarios.