Por Alan Campos
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El domingo pasado la selección mexicana de futbol quedó fuera de la Copa del Mundo luego de sucumbir por 2-1 ante su similar de Holanda de manera polémica luego de que el árbitro concediera un dudoso penal al conjunto neerlandés en tiempo de descuento. Pese a que el objetivo (calificar para Cuartos de Final) no se consiguió, la forma en como se dio la derrota del cuadro nacional terminó siendo el resultado menos perjudicial para las marcas, quienes si bien no obtuvieron el vencedor que esperaban, sí consiguieron un mártir; figura que también funciona (de cierto modo) para el marketing.
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Un mártir es, de acuerdo con la Real Academia Española, “una persona que muere o padece mucho en defensa de otras creencias, convicciones o causas”, situación que aplica a la perfección en el caso de México dentro del Mundial, pues a final de cuentas el equipo dirigido por Miguel Herrera terminó siendo superior a su rival, el cual únicamente pudo derrotarle por efecto de causas ajenas a los jugadores, en este caso: el árbitro. Al menos ése es el consenso según lo que se puede leer en redes sociales y cualquier medio de comunicación.
Prácticamente desde el momento en que Huntelaar envió al fondo de las redes el gol con el que Holanda eliminó a México del Mundial, miles y miles de mexicanos voltearon a las redes sociales para descargar su enojo en contra del árbitro y Arjen Robben, prácticamente asegurando que si dicho gol no hubiera entrado el Tricolor hubiera conseguido la clasificación a la siguiente ronda, situación que, como mencionada anteriormente, beneficia a las marcas.
Veámoslo del siguiente modo. Miles y miles de mensajes se escribieron dentro de las redes sociales en los minutos y horas posteriores a la finalización del encuentro, todos y cada uno de ellos maldiciendo a Pedro Proença y Arjen Robben; sin embargo, al mismo tiempo decenas de miles de mensajes de agradecimiento fueron emitidos hacia la selección mexicana. Es decir, el enojo no era hacia la selección, sino hacia el árbitro.
Pero, ¿cómo es que esto beneficia a las marcas? Muy sencillo. Recordarán ustedes que previo a la llegada de Miguel Herrera al banquillo nacional el ánimo de la gente respecto al equipo estaba por los suelos, incluso el diseño de la playera creada por Adidas fue duramente criticado por los aficionados, quienes renegaron de ella fervientemente.
De igual modo, todos fuimos testigos de como cientos (probablemente miles) de playeras de la selección mexicana inundaron los estadios de Brasil y las calles de México (de acuerdo con Markus Baumann, vicepresidente senior de Adidas, se han vendido más de un millón de unidades), más por la pasión e ilusión que se generó en torno al equipo que por el propio diseño.
El caso es que en estos momentos el ánimo de la gente respecto a la selección sigue vivo debido a la forma en que se perdió (o por lo menos como lo ve la mayoría de la gente), razón por la que marcas como Adidas, Interjet o cualquier otra puede seguir capitalizando el uso de la selección nacional, aunque no de un modo tan positivo como lo hubieran hecho de haber avanzado a la siguiente ronda.
Sin lugar a dudas la derrota ante Holanda fue una de las más dolorosas en mucho tiempo, pero hay formas de perder y ésta sirve más que una goleada 5-0, después de todo el equipo se va con la cara en alto y no hay razón para no comprar todo lo que tenga una relación (por más remota que sea) con la selección…¿o será que el problema también estuvo en lo que México dejó de hacer los últimos 20 minutos?